El misterioso esqueleto encontrado en el castillo de Praga por el que se pelearon los nazis y los soviéticos

  • Ambos regímenes quisieron apropiarse de la etnia de un guerrero del que aún existen muchas incógnitas.
Esqueleto del castillo de Praga
Esqueleto del castillo de Praga
Instituto Arqueológico de Praga
Esqueleto del castillo de Praga

En 1928, en una excavación arquelógica en el castillo de Praga (en la actualidad República Checa), se encontró el esqueleto de un hombre. A su derecha tenía una espada. A su izquierda, dos cuchillos. También se halló una rudimentaria navaja de afeitar y un acero de fuego, utensilio medieval equivalente a nuestro mechero. A sus pies, un cubo de madera como el que usaban los vikingos para beber y la cabeza de un hacha de hierro. 

Del cuerpo se supo que era del siglo X, pero existían muchos interrogantes. Sobre todo, su procedencia. Y precisamente ese dato sirvió como elemento de propaganda para nazis y soviéticos, cuenta la BBC en un reportaje.

Cuando los nazis ocuparon Praga en 1939, defendieron que se trataba de un guerrero vikingo. En realidad, la espada hallada en la tumba era característica del norte de Europa y el resto de utensilios no contradicen esta teoría.

Los nazis tenían interés en defender la teoría vikinga, porque sostenían que la raza germánica descendía de los nórdicos, y la presencia del esqueleto venía a significar que ocupaban una tierra que les pertenecía desde la Edad Media. Así, se obligó al descubridor del esqueleto, Ivan Borkovsky, a defender la tesis nórdica.

Pero cuando acabó la guerra y Checoslovaquia quedó bajo la influencia soviética, cambiaron las tornas. Borkovsky fue obligado a sostener que el esqueleto pertenecía a un miembro de la dinastía de los Premíslidas, de origen eslavo, que gobernó Bohemia durante gran parte de la Edad Media. La amenaza de Borkovsky era acabar en el Gulag.

¿Cuál es la realidad?

Ya sin las presiones de los dos sangrientos regímenes, los arquéologos checos modernos siguen teniendo pocas certezas. Una de ellas es que el individuo no nació en Bohemia. Un análisis químico de la dentición del guerrero reveló que procedía del norte de Europa, entre la costa sur del Báltico y Dinamarca.

La cuestión es que procediendo de esa zona, el personaje podría tener origen vikingo, pero también eslavo.

La teoría principal es que este guerrero, que murió por causas desconocidas a los 50 años, llegó a Praga a comienzos de su edad adulta y fue parte del séquito ducal de Borivoj I, el primer duque de Bohemia y progenitor de la dinastía Premíslida, o de su hijo, Spytihnev I. El hecho de que fuera enterrado en el centro del castillo supone que era un individuo importante en la corte. Pero si era nórdico o eslavo es un misterio que sigue vigente.

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