El Ejército israelí bombardeó este jueves un puesto militar del movimiento islamista Hamás en la Franja de Gaza, en respuesta al disparo de un cohete desde el enclave.

El lanzamiento de un proyectil hizo sonar las alarmas en la ciudad de Sderot, en el sur de Israel, y poco después el Ejército informó, en un comunicado castrense, de que sus "aviones de combate atacaron un sitio donde Hamás fabricaba armas, en el norte de la Franja de Gaza".

Por otra parte, Israel, también como reacción al lanzamiento del cohete de esta mañana, redujo esta jornada la zona de pesca permitida en Gaza, bajo bloqueo, a 10 millas náuticas (18,5 kilómetros).

Esta medida, que no se implementaba desde hacía más de seis meses, durará "hasta nuevo aviso", de acuerdo a un anuncio hecho por Kamil Abu Rukun, general de división del organismo militar israelí responsable de gestionar los territorios ocupados, Cogat, se informó en un comunicado.

El Ejército israelí, además, explicó que considera a Hamás "responsable de todos los eventos que tengan lugar en o desde la Franja de Gaza" y que el movimiento islamista "sufrirá las consecuencias de acciones contra civiles israelíes".

El pasado martes, un joven palestino recibió un disparo de un dron israelí cuando se acercaba armado a la valla de separación entre Gaza e Israel.

Su cuerpo, según informaron fuentes de seguridad del enclave que también lo dieron por muerto, fue retenido por el Ejército israelí, en lo que sería el primer caso desde que el ministro de Defensa, Naftalí Benet, anunciara el pasado 27 de noviembre un cambio en la política de entrega de cadáveres de palestinos involucrados en ataques contra israelíes.

Desde que se alcanzara el fuego del pasado 16 de noviembre, que contuvo la última escalada de violencia que dejó 36 gazatíes muertos, 16 de ellos milicianos y 20 civiles, se producen episodios de violencia esporádicos.

Mientras, Egipto y la ONU median una tregua de larga duración entre Israel y el movimiento islamista Hamás, que controla Gaza desde 2007, año en el que comenzó el férreo bloqueo israelí del enclave donde viven dos millones de personas.