La ciudad de València ha contabilizado 788 personas sin techo fruto del primer Censo de Personas sin Hogar, elaborado por el Ayuntamiento y 13 entidades sociales la noche del pasado 24 de octubre, cuando 582 voluntarios salieron a las calles para realizar este trabajo de campo.

Esta "fotografía fija" de la realidad del sinhogarismo muestra que el problema se ha agravado en los últimos años "a causa de diversos factores, como puede ser la incidencia de la crisis económica, los cambios sociales, la discriminación contra las minorías y una mala regulación del contexto y la realidad migratoria", según ha explicado la concejala de Servicios Sociales del Consistorio, Isabel Lozano.

El documento, cuyos datos en bruto serán ahora trabajados por la Universitat de València, busca conocer con exactitud el número de personas que viven en las calles de la ciudad, pero no solo la cifra, sino también sus características y necesidades, para desarrollar estrategias que mejoren su situación a medio plazo.

Una de sus principales conclusiones es el cambio de perfil de estas personas en los últimos 20 años. Si hasta entonces era mayoritariamente el de "un hombre de unos 50 años, de aspecto desaliñado y con problemas de alcoholismo", en la actualidad es "muy variado": hay mujeres, jóvenes, hombres, personas con problemas de salud mental, desahuciados o víctimas de violencia de género, explica Yolanda Polo, de la Xarxa d'Entitats de Persones sense Llar.

En este sentido, de las 788 personas censadas, 568 viven en la calle y 220 son atendidas en distintos albergues. La cifra total se eleva hasta las 939 personas si se tienen en cuenta otras 151 personas registradas por las entidades en albergues. No obstante, según fuentes municipales, no fueron censadas el 24 de octubre, sino añadidas con posterioridad al recuento.

Del total, 433 personas han respondido a las encuestas, lo que permite bajar más al detalle de su situación. Por ejemplo: la media de edad está en 44% años, el 58% son personas de nacionalidad extranjera, el 21% son mujeres y el 6% tiene menos de 21 años. 

Profundizando en el cambio de perfil, la realidad migratoria ha hecho aumentar el número de personas extranjeras sin hogar, sobre todo de procedencia siria y latinoamericana, explican los impulsores del censo, que añaden que dentro de dos años se volverá a hacer un recuento para comprobar la evolución del fenómeno y poder evaluar las medidas adoptadas.

Además, el 60% están empadronadas, principalmente en centros municipales de servicios sociales, lo que les permite acceder a los recursos y ayudas municipales. Respecto al acceso a la sanidad, el 57% de quienes viven en la calle dispone de tarjeta sanitaria, una cifra que se eleva hasta el 97% en el caso de los residentes en albergues.

Las zonas en las que más se concentra el fenómeno del sinhogarismo en València son los distritos de Ciutat Vella y Extramurs y el Jardín del Turia, según el documento.

Según Polo, esta variedad muestra una problemática multifactorial y muy compleja. "Cualquier persona puede verse abocada a una situación de calle" y la única característica común de todas estas personas es que no tienen hogar. Por ello destaca la importancia de disponer de materiales y datos que permitan abordar la problemática desde "una dimensión mucho más amplia" del fenómeno.

Los datos reflejan, además, una vulnerabilidad "muy alta" y también reciente, pues el 48% de los encuestados afirma que reside en la calle desde hace menos de un año, frente al 14% que lleva más de una década en esta situación. El 81% de estas personas relatan haber sufrido violencia física o verbal, y el 25% de las mujeres encuestadas afirma haber experimentado situaciones de violencia sexual.

El reto de un albergue municipal

La responsable de Servicios Sociales del Ayuntamiento, Isabel Lozano, ha afirmado que uno de los retos de su departamento para este mandato será la construcción de un albergue municipal, "que ya toca", en la ciudad, para lo que ya se ha incluido una partida en el presupuesto de 2020 que permita la redacción del proyecto. 

Además, está prevista la apertura de cinco nuevos pisos con capacidad para 15 personas, aumentar los SAUS para dar 24 horas de atención y cobertura, la creación de un nuevo centro de atención a personas sin techo (CAST) en la calle Guillem de Castro (lo que permitirá al Ayuntamiento aumentar la plantilla para este recurso) y se está trabajando en un proyecto para contratar a personas sin hogar a través de Inserción Sociolaboral.

Desde 2015 hasta la actualidad, la ciudad ha pasado de 234 a 426 plazas de atención a personas sin techo. A ellas se suman otras 99 para la Operación Frío, lo que eleva la cifra total a 526. València cuenta con nuevos recursos como el centro municipal que gestiona Cruz Roja, con 25 plazas, y el nuevo alojamiento de baja exigencia de Fundación Salud y Comunidad, de 30 plazas, más el nuevo albergue de Cáritas, con 30 plazas más.