Christopher Steele, el antiguo espía del MI6 y colaborador del FBI durante la campaña electoral que aupó a Donald Trump y lo llevó hasta la Casa Blanca, mantuvo una "prolongada" amistad con Ivanka Trump, hija del presidente de EE UU, durante la investigación que se llevó a cabo para discernir si Rusia había participado de alguna forma -a través de una supuesta campaña rusa de piratería y propaganda- en los comicios para desestabilizar a la candidata demócrata Hillary Clinton. 

Tal y como señala la cadena de televisión ABC News, sería la hija del presidente la que habría mantenido esa relación que ha salido a la luz después de que el Departamento de Justicia de Estados Unidos haya presentado un informe en el que se detalla la "extensa" relación de amistad que el exagente de la Agencia de Inteligencia Británica de un miembro de la familia de Trump.

En dicho informe, el Departamento de Justicia no ha encontrado evidencias claras de parcialidad política por parte del FBI -que utilizó el trabajo de Christopher Steele como parte de su investigación-, pero ha reconocido que se cometieron errores.

En uno de los puntos del informe, el agente británico asegura que las acusaciones de parcialidad que pesaban sobre él acerca de cómo trató a Trump durante la campaña fueron "ridículas", aunque reconoció que estaba "dispuesto favorablemente" porque "había tenido una relación de amistad" con un miembro de la familia durante "algunos años".