Solo con dar una vuelta por el supermercado ponemos ver muchos envases que muestran la etiqueta de "100% reciclable". Sin embargo, la mayoría de ellos no lo son y, lo que es peor, no hay ninguna regulación a día de hoy que controle esto.

Así, empresa española Dríade Soluciones Medioambientales ha desarrollado una metodología para conocer realmente el grado de reciclabilidad de los envases. "Con ella analizamos las características del envase que pueden interferir en alguna parte del proceso de reciclaje y calculamos el porcentaje de material que sí se puede reciclar", explica a 20 Minutos Raquel Iglesias, directora general de Dríade. 

Gracias a este sistema, presentado en Sustainability in Packaging Europe 2019 en Barcelona, un evento que reúne a los principales envasadores a nivel mundial, las empresas consiguen un certificado para que puedan poner una etiqueta en su envase con el porcentaje de reciclabilidad real o con niveles de estrellas. "Son cinco niveles de estrellas, a más porcentaje de reciclabilidad, más estrellas", relata Iglesias. "Una estrella se consigue a partir del 20% y, si tiene menos de ese porcentaje, no pueden poner ninguna", añade.

Dríade Soluciones Medioambientales

Un sistema beneficioso para consumidores y empresas 

Este sistema convierte a España en uno de los países punteros a la hora de desarrollar estándares innovadores de reciclabilidad y, aunque pueda parecer que los más beneficiados con esta metodología son los consumidores, las empresas también pueden verse favorecidas.

"Queremos acompañar a las empresas a mejorar la reciclabilidad de los productos y que puedan abalar los resultados con un certificado", afirma Raquel Iglesias, ya que no solo identifican los materiales que interfieren en el reciclado, sino que informan a la empresa sobre qué falla en sus envases para contribuir así a la mejora del reciclaje y al mantenimiento del medio ambiente. 

El certificado, que cuenta con el apoyo científico de la Cátedra UNESCO de Ciclo de Vida y Cambio Climático ESCI-UPF, hará que el consumidor pueda "decir qué tipo de producto adquirir y ver de forma veraz y rigurosa qué grado tiene cada producto", asegura la directora. 

El único inconveniente de esta metodología es que, aunque Dríade lleva un año analizando los envases de varias empresas y, algunas de ellas, han conseguido el certificado con el porcentaje, "no colocan el sello en sus envases porque tiene más ventaja poner un 100% siendo mentira que poner un porcentaje un poco más bajo siendo real".

¿Qué envases son más reciclables? 

"No existe ningún envase 100% reciclable. Hay alguno con un 99%, pero no todos los que lo están diciendo", explica Iglesias. "Las latas de refrescos con el material de aluminio con el que están hechas tiene una reciclabilidad muy alta y puede reciclarse muchas veces", enumera.

También señala con alto porcentaje de reciclabilidad las botellas de vidrio, pero asegura que "es casi imposible el 100% porque en todo el proceso siempre hay una pérdida de cantidad y de calidad en el material. Puramente, no hay ninguno". 

Identificar a simple vista qué envase es más reciclable es difícil, pero la directora de Dríade da algunas pautas: "Los envases de plástico transparente son mejores que los de color. También los que tienen la etiqueta más pequeña son mas reciclables". "La clasificación de los envases negros es muy deficiente y la mayoría de los envases que tienen varias capas como, por ejemplo, los tetrabrik son también más difíciles de reciclar", concluye.

Dudas a la hora de llevar los envases al contenedor

A la hora de llevar los envases al contenedor, Raquel Iglesias también da algunos consejos. Primero, hay que intentar "separar las distintas partes del envase". Además, hay que tratar de "echar los envases siempre vacíos".

"Hay que tirar las botellas de plástico con el tapón puesto, ya que en el proceso de reciclaje hay una serie de cribas y las partes pequeñas, como el tapón, quedan fuera de la criba", afirma Iglesias. También dice que la creencia de que no sirve de nada reciclar un pequeño envase de yogur es mentira: "Hay plantas de reciclaje que tienen cribas más pequeñas o más grandes, por lo que siempre habrá una posibilidad más alta de que sean reciclados si los tiramos al contenedor amarillo".