Mar Torres saltó a la fama hace unos meses por ser la novia de Felipe Juan Froilán de Marichalar y Borbón, con quien, al parecer, ya no mantiene ninguna relación sentimental.

Desde entonces, no ha dejado de protagonizar titulares de lo más diversos (bien haya sido su perceptible cambio radical o la apertura de su cuenta de Instagram) que la han impulsado a lo más alto de la crónica social, siendo una de las futuras influencers con más proyección. Consciente de ello, Mar ha empezado a compartir todo lo que sucede en su día a día, incluyendo sus escarceos estéticos, con los que espera llegar a tener la imagen con la que se siente realmente a gusto.

"La próxima semana me voy a realizar mi cirugía de bichectomía, una simple intervención para marcar pómulo y estilizar el rostro", ha explicado en el post Torres, incluyendo el nombre de la clínica donde se lo hará: el Centro Europeo Médico Estético (CEME), en Madrid, por donde hace poco también vimos a Miriam Sánchez, ex de Pipi Estrada. Allí la intervendrá José Ochoa, quien ha asegurado que, aunque "Mar es una mujer preciosa", con este retoque va a lograr el resultado que ella está buscando: "Afilar y perfilar el rostro".

El precio de esta operación, que suele ser una de las favoritas entre las jóvenes de 25 y 30 años, suele rondad los 1.000 euros y los efectos estéticos son irreversibles.

Una oleada de insultos

El anuncio quirúrgico de la que va en camino de ser la próxima influencer de moda no ha gustado, sin embargo, a muchos de los más 25.000 seguidores que acumula. Los más ofensivos no han dudado en insultar la decisión de la joven, quien, ni corta ni perezosa, les dedicó a dichos haters, hace unos días, una serie de stories en Instagram, donde les recomendó "fijarse más en sí mismos". "Hacéoslo mirar, de verdad, porque realmente tenéis un problema muy grande", hizo hincapié la nieta del dueño de El Pozo.