Evo Morales ha llegado a México este martes mientras su país se sumerge en un caos absoluto, después de que el presidente saliente presentara su dimisión este domingo tras las acusaciones de fraude electoral en las últimas elecciones. Morales ha asegurado que el presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, le ha "salvado la vida", en referencia al asilo político que le ha concedido.

El Gobierno mexicano asegura que le ha ayudado por "razones humanitarias". No lo ha tenido nada fácil para llegar, puesto que ha necesitado esperar a que se le concediera el permiso para que pudiera salir de allí. 

Horas antes de que presentara su dimisión, Morales había propuesto la repetición de los comicios, pero no logró aguantar la situación y tuvo que dimitir de su cargo tras casi 14 años en el poder.

Su vicepresidente, Álvaro García Linera, también dimitió el mismo día que Morales, y de igual manera que su presidente, denunció un "golpe de Estado" que provocó su salida del poder.

En la carta donde justificaba su salida, el ya expresidente boliviano Evo Morales aseguraba hacerlo porque quería "evitar violencia y que retornara la paz social".

Sin embargo, según viajaba a México, ya daba por hecho que regresaría pronto a Bolivia, tal y como ha manifestado en Twitter, donde aseguraba que "volverá con más fuerza y energía".

Por otra parte, su casa ha sufrido destrozos por parte de los manifestantes; Bolivia ahora mismo permanece en una situación de incertidumbre y descontrol que nadie sabe qué rumbo tomará. 

Son ya dos días sin una solución, y el país ve con necesidad una transición que, sin embargo, se antoja complicada dado el desgobierno que hay ahora y la falta de propuestas para buscar una alternativa a la situación actual.

Entretanto, ya se puede ver a las Fuerzas Armadas desplegadas a lo largo de las calles de Bolivia, quienes tratan de contener la gigantesca ola de violencia que está teniendo lugar en el país en las últimas semanas.