La salida prácticamente inmediata de Albert Rivera tras el batacazo electoral del 10-N ha dejado a Ciudadanos sin el que ha sido su líder durante 13 años y se enfrenta a una dura etapa de transición y un relevo en la dirección del partido por primera vez en su historia.
En los próximos días, un Consejo General tendrá que nombrar una Gestora que se haga cargo del partido hasta que se nombre un nuevo presidente y una nueva Ejecutiva en una Asamblea Extraordinaria. Estos son algunos nombres que podrían postularse a la sucesión.
Inés Arrimadas
Es la favorita entre los dirigentes del partido, que consideran está llamada a ser la sucesora natural. Es la única de la formación que apareció en los carteles electorales junto a Albert Rivera y, tras su salto a Madrid de cara a las generales del 28-A, ocupa el cargo institucional más importante, la portavocía parlamentaria.
Con un gran talento y soltura en los debates, su carácter y mayor empatía que Rivera podría unir a todas las corrientes del partido. Además, en la actualidad representa un perfil ganador, ya que solo acumula éxitos. Con ella al frente del partido en Cataluña Ciudadanos ganó las elecciones autonómicas-aunque sin mayoría para gobernar- y se convirtió en el primer partido no independentista en ganar las elecciones en Cataluña.
Además, su ferviente actividad en la campaña de las elecciones andaluzas influyeron en el crecimiento del partido, que posteriormente consiguió ser tercera fuerza y entrar en el ejecutivo andaluz de la mano del PP. Si finalmente se presenta, podría no tener rival.
Ignacio Aguado
El vicepresidente de la Comunidad de Madrid también podría optar a liderar el partido. Fuentes del entorno de Ignacio Aguado no descartan que pudiera presentar su candidatura, aunque primero querría hablar con Arrimadas para saber qué planes tiene su compañera.
Aguado pertenece a la Ejecutiva de Ciudadanos y desde que el partido desembarcó en la política nacional ha liderado la formación en la Comunidad de Madrid. Si bien en 2015 lo hizo desde la oposición, el crecimiento del partido naranja en las autonómicas de mayo de este año le llevaron a ocupar la vicepresidencia del Ejecutivo madrileño, liderado por la popular Isabel Díaz Ayuso.
José Manuel Villegas
El secretario general de Ciudadanos, que tras la debacle del 10-N se quedó sin escaño en el Congreso, al no obtener diputados por Almería, circunscripción por la que se presentaba, será quien se haga cargo del partido, al menos de momento para dirigir la transición de la formación hasta que haya un nuevo líder. Según el artículo 27.4 de los estatutos, "en caso de ausencia, enfermedad o cualquier otra causa que le impida el cumplimiento de sus funciones, el presidente será sustituido por el secretario general" y, aunque no contempla el caso de la dimisión, al ser el número dos del partido será de forma interina quien ejerza de presidente.
Begoña Villacís
Es una de las líderes más carismáticas del partido. La vicealcaldesa de Madrid es una de las personas que más protagonismo mediático tiene y, después de liderar la candidatura para las locales de 2015, impulsó a Ciudadanos en su segunda cita electoral en la capital española alzándose con la vicealcaldía en un ejecutivo liderado por el popular José Luis Martínez Almeida. Si no presenta su candidatura, una de las opciones que podría barajarse es un tándem Arrimadas-Villacís.
Luis Garicano
El líder de Ciudadanos en el Parlamento Europeo y también de la corriente crítica fue uno de los nombres a los que mirar tras la caída de Rivera. No obstante, él mismo ha descartado postularse para la sucesión y ha apoyado abiertamente una posible candidatura de Arrimadas. Tanto él como Toni Roldán, que pese a su dimisión en verano no dejó la militancia, podrían ser perfiles técnicos que formen parte del equipo de Arrimadas.
Jordi Cañas
El catalán podría ser otro candidato a tener en cuenta. Fue el primer portavoz de Ciudadanos en el Parlament de Cataluña y dimitió en 2014 tras ser imputado por un delito de fraude fiscal. Absuelto en 2018, ejerce como eurodiputado y su peso en el partido ha ido creciendo con su regreso. Su dimisión y posterior absolución fueron recibidas como un ejemplo de los valores del partido y, además, cuenta con el apoyo de las bases en Cataluña.
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