Los acusados fueron declarados culpables en el juicio por la muerte del joven, de 22 años, después de ser arrojado al canal del río Viñao, en O Carballiño, tras una noche de fiesta en diciembre de 2014.

En el veredicto, se consideró probado que, sobre las 9,00 horas del 20 de diciembre de 2014, los dos acusados se quedaron solos con la víctima y que fue entonces cuando decidieron ejecutar el plan para acabar con su vida.

En concreto, lo trasladaron al canal de O Viñao, con la "clara intención" de tirarlo al río y causar así su muerte, además de golpearlo previamente antes de lanzarlo al agua.

Fiscalía había solicitado que se impusiese a los acusados la pena de 17 años, la acusación particular se había adherido a la petición de la pena. Por su parte, las defensas habían pedido la pena mínima para el delito de asesinato, 15 años.