La tradicional pegada de carteles ya es cosa del pasado. La campaña electoral que ha empezado a medianoche ha dado muestra de lo mucho que ha cambiado la estrategia de los partidos para buscar el voto y que las redes sociales son la mejor ventana de los candidatos.

Ni Pedro Sánchez, ni Pablo Casado ni el resto de líderes se han dejado ver con cepillos ni brochas para plasmar su cara en las calles de las ciudades españolas. Hubo carteles, pero su colocación ya es cosa de las agrupaciones locales, que han asumido la tarea de pedir el voto para su líder nacional por sus municipios.

Este jueves, antes de que diera comienzo de forma oficial la campaña, los principales candidatos ofrecieron sus respectivos mítines y, además de los actos organizados, el resto se jugará en las redes. 

Como si fueran anuncios de televisión, todos ellos muestran vídeos elaborados en sus perfiles de Twitter cargados de sensibilidad. Con una emotiva sintonía y mencionando a los mayores y a los niños, Pedro Sánchez llama a la movilización "Por ellos. Por ellas. Por vosotros. Por ti", mientras que Pablo Casado habla de los sueños por cumplir en un corto en el que más de uno vería guiños a Luis Aragonés y su mítica frase de "Ganar, ganar y volver a ganar" que los populares han incorporado en su edición. En el caso del líder socialista, incluso ha pedido en lengua de signos.

Ciudadanos, por su parte, apela al hartazgo de los españoles por los casos de corrupción que salpican tanto al PP como al PSOE en tono irónico con un vídeo de un charcutero que enumera los chorizos que tiene y que hacen referencia a los casos de los ERE de Andalucía, Gürtel, Púnica o el 3% para poner a la formación naranja como alternativa.

En el futuro se centra Podemos, que incluye la emergencia climática y la lucha feminista en su spot de campaña preguntado: "¿Qué futuro quieres?".

La tendencia digital no es cosa de esta campaña, la más austera de todas por ser una repetición electoral. Ya la campaña de las generales del pasado abril dejó muestra de que esta tradición ha perdido fuerza.

Atrás ha qued#ado la imagen de Rajoy brocha en mano junto a una Esperanza Aguirre y una Cristina Cifuentes colocando carteles por las paredes o la de Íñigo Errejón frotando con un cepillo carteles del antiguo Podemos. Ahora, la batalla se lidia en las redes.