Los nietos del dictador se saltan con banderas y un “Viva Franco” la Ley de Memoria en el día grande de la exhumación

La exhumación este jueves de los restos de Franco del Valle de los Caídos puede considerarse uno de los hitos de la Ley de Memoria Histórica. Además de las disposiciones que también contempla la norma sobre los desaparecidos y su búsqueda, por ejemplo, la salida del dictador de donde fue enterrado hace 44 años junto a miles de sus víctimas es un momento histórico. Sin embargo, en un día clave en cumplimiento de esta ley, han sido también sonados los momentos en los que los Franco se la han saltado. Frente a lo que estaba pactado con el Gobierno, la familia del dictador ha llegado al Valle de los Caídos con una bandera franquista. Después, a la salida del féretro de la basílica, se ha escuchado un “Viva Franco” que no podía provenir más que del grupo de allegados que estaba junto a él.

Al final de todo, ya en Mingorrubio y con los restos de Franco reinhumados en el panteón familiar, dos jóvenes que formaban parte del grupo de familiares -presumiblemente dos de sus bisnietas- han salido del cementerio portando bien visible una bandera franquista. Así, han abusado incluso de la licencia que les había dado el Gobierno, que se escudó en que la reinhumación iba a ser un acto íntimo para hacer la vista gorda sobre la posibilidad de que allí pudieran sacarse símbolos inconstucionales de los que no quedaría constancia gráfica, porque tanto en Mingorrubio como en el Valle de los Caídos los Franco han tenido prohibido introducir dispositivos para grabar imágenes o sonidos.

Cuando el lunes pasado dieron los pormenores de la exhumación y reinhumación, los responsables del dispositivo por parte del Gobierno no quisieron entrar a comentar qué pasaría si los Franco se saltaban lo pactado y la ley y hacían algún tipo de exaltación, por ejemplo, portando banderas franquistas, como han hecho este jueves en varias ocasiones. Entonces, las fuentes no quisieron ponerse en esa situación, aunque recordaron que la Ley de Memoria Histórica lo prohíbe. Este jueves, con los hechos ya consumados, fuentes del Gobierno han apuntado que no tenían “permiso” para “exhibir o colocar banderas o símbolos que exalten la dictadura”. Dentro de la basílica se ha evitado. Exhibiciones como la de la salida del cementerio de Mingorrubio se atendrán al hecho de que “las autoridades podrían abrir el correspondiente expediente sancionador”.

Algunos de los familiares han exclamado 'Viva España y viva Franco' antes de cerrar el coche fúnebre que transporta el féretro.

Los Franco se han saltado en varias ocasiones el protocolo que terminaron de acordar directamente el secretario general de la Presidencia del Gobierno, Félix Bolaños, y el nieto mayor del dictador, Francis Fraco. Según lo convenido y en línea con la Ley de Memoria Histórica, en el procedimiento no habría banderas, menos aún preconstitucionales, ni ningún otro signo que aludiera a la dictadura. También con el fin de evitar de las llevaran y pudieran difundir imágenes, se prohibió la entrada con móviles o cámaras a los lugares de la exhumación y la inhumación. Pero este jueves los Franco han burlado estas precauciones.

Bandera franquista

La primera irregularidad ha llegado nada más llegar la familia a la explanada de la basílica, donde las cámaras han captado a Francis Franco portando una bandera franquista. Estaba plegada pero podía verse claramente el águila del escudo preconstitucional. Se trataba de la bandera con la que se cubrió el féretro de Franco en 1975, y la que familia pretendía ahora volver a poner sobre él.

No ha sido posible, porque según han explicado fuentes de Moncloa, antes de entrar en la basílica han tenido que dejarla en la entrada y los agentes de la autoridad la clocaron en uno de los coches que trasladaba a la familia. Ese podría haber sido el motivo de la conversación que, con rostro tenso, han mantenido Bolaños y Francis Franco a la salida del féretro de la basílica, que ha retrasado un poco su traslado al helicóptero. Después, ambos han volado en él a Mingorrubio, acompañados también por la ministra de Justicia, Dolores Delgado, que han mantenido el semblante serio durante todo el proceso.

Aún así, los familiares del dictador sí han impuesto su voluntad en dos ocasiones antes de salir de la basílica con el féretro a cuestas. Primero, porque frente al criterio del Gobierno y de la funeraria, se han empeñado en no cambiar los restos de ataúd, de manera que se han transportado en la caja en la que fue enterrado en 1975, a pesar de los daños que presentaba. Por ello, ha sido transportado con una lámina de madera en su parte inferior y se ha cubierto de un pendón de la Real y Militar Orden de San Fernando, la más alta condecoración militar de España.

Por otra parte, mientras los operarios de la funeraria ayudan a los familiares que portaban el ataúd a introducirlo en el coche que debería dejarlo en el helicóptero que lo ha trasladado a El Pardo, de entre los allegados -22 personas entre nietos, bisnietos, cónyuges y también el abogado que la litigado por parte de la familia contra el Gobierno, Luis Felipe Utrera-Molina- se ha oído un “Viva España”, seguido de un “Viva Franco” que, como habría ocurrido con la exhibición de la bandera franquista, también podría constituir un delito de enaltecimiento de símbolos que exalten “el levantamiento militar [de Franco], la Guerra Civil y la represión de la dictadura”, según la ley.

Incumplimientos anónimos

Al comportarse de esta manera, los familiares han actuado de forma similar a Blanca, una joven que se ha acercado este jueves a la entrada del Valle de los Caídos para desplegar una pancarta en la que podía leerse “Franco Vive”, adornada con una bandera franquista. Un agente de la Guardia Civil se ha acercado a ella para advertirle de que no podía mostrarla porque era “ilegal” y que si no la guardaba la “denunciaría”. Así lo ha relatado la joven, que ni siquiera entendía el motivo. Cuando se le ha explicado que es en aplicación de la Ley de Memoria Histórica, ha replicado que “no reconoce la ley de memoria de Zapatero”.

No es la única actuación que ha tenido que hacer la Guardia Civil fuera del recinto donde se estaba procediendo a la exhumación. A lo largo de la mañana se han congregado una treintena de nostálgicos del franquismo y uno de los primeros en llegar ha sido Lorenzo Fernández Navarro, coronel retirado de Infantería, que ha decidido deleitar a los numerosos periodistas en el lugar poniendo himnos militares en su coche, entre ellos “El novio de la muerte”. También a él se ha acercado un guardia civil para decirle que lo apagara, que era ilegal.

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