Las urgencias de los hospitales no sólo están para salvar vidas. La mayoría de los usuarios las utilizan con la esperanza de evitar las colas y de ser atendidos rápidamente.

De las 470.368 personas que acudieron a los servicios de urgencias de los hospitales públicos asturianos el año pasado, el 86% lo hizo sin pasar antes por el centro de salud, según los datos que maneja el Sespa (Servicio de Salud del Principado de Asturias).

«Es un problema de difícil solución porque, cada vez más, el ciudadano ve la asistencia a la salud como algo inmediato», explica Ángel Colmeiro, presidente de la sección de atención primaria del Simpa.

El sindicato médico no puede precisar exactamente cuántas personas no requieren realmente atención inmediata, pero son conscientes de que a un porcentaje muy alto (en 2006 fue del 55%) les valdría con acudir al centro de salud.

La prueba está en que sólo el 16,5% de las personas que en 2007 fueron atendidas en las urgencias de los hospitales tuvieron que quedar ingresadas. Si el resto acudiera primero al médico de cabecera, habría unos 1.000 enfermos menos al día en urgencias.

Entonces, ¿por qué vamos a los hospitales? En el último barómetro sanitario del Ministerio de Sanidad , el 32,2% de los asturianos asegura que acudió al hospital porque en ese momento el médico de cabecera no pasaba consulta.

Y otro 35,3% lo hizo «porque en urgencias hay más medios».

«Es verdad que en los hospitales hay más recursos, pero el problema está en que si acudes a urgencias te van a hacer una serie de pruebas (analíticas, radiografías...) que cuestan mucho dinero y que se ahorrarían con ir al médico de cabecera», recalca Colmeiro.

Además, puede que al final en el hospital esperes más porque hay un protocolo (el programa de Manchester) que permite determinar el grado de gravedad para atender primero a los pacientes que más lo necesiten.

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