Cada día tres ciudadanos de Baleares interponen una reclamación en Consumo por problemas con las compañías de telefonía móvil.

Entre enero y julio, los isleños han elevado 650 reclamaciones a la Dirección General de Consumo en materia de telefonía móvil, sobre todo por las dificultades para darse de baja.

El director general de Consumo, Diego González , señaló que en su departamento se han interpuesto 500 denuncias. Otras 150 fueron llegaron de la Secretaría General del Estado.

González explicó que las reclamaciones más comunes son las relacionadas con la tarificación de las llamadas y de los mensajes. Los usuarios acusan a las operadoras de "cobrar de más".

En cuanto a la baja de la línea, -y más en los casos de teléfonos de contrato-, González consideró que son las reclamaciones "más comunes", y por las que la gente más suele "venir a informarse".

En este sentido, el director general de Consumo sostuvo que el "principal" problema es que no existe un contrato "físico", en soporte papel, por lo que el hecho de dar de baja un servicio se hace "muy difícil".

Las quejas sobre la 'baja' de servicios, también tienen que ver con la imposición irregular de penalizaciones ante la cancelación de estos servicios por las subidas tarifarias.

Reclamaciones a nivel nacional

A nivel nacional, en 2007, la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) recibió 14.552 protestas sobre telefonía móvil, 5,8 por ciento del total de quejas que se presentaron ante la organización.

El año pasado Movistar encabezó el número de consultas y reclamaciones (37,4 por ciento), por delante de Vodafone (32,6 por ciento).