Ser el impulsor de un laboratorio de ideas marca bastante y Caldera se lo ha tomado en serio. Hace giras por Europa visitando fundaciones, prepara conferencias en inglés... Escuchándole hablar del poder calorífico de las algas se diría que estamos ante un experto en biocombustibles, a los que augura su prohibición. Un cartel se echa en falta en su despacho: Silencio, se piensa.

Ha pasado usted de ser ministro a impulsar una fundación por encargo de Zapatero. ¿Estamos ante un ascenso o ante un castigo?

Es una nueva tarea apasionante a la que no pongo apellidos, ni ascenso ni descenso.

Es decir, que su salida del Gobierno no fue una decepción...

¿Se monta un laboratorio de pensamiento cuando faltan ideas?

Se trata más bien de una macrofundación con diversos aspectos. Habrá una parte dirigida a analizar la realidad y ofrecer soluciones. Otra estará destinada a la formación política de cuadros de otros países. Y una tercera tiene que ver con la participación en una red internacional para afrontar desde la vanguardia los problemas del mundo, desde el cambio climático a la crisis alimentaria. No es que falten ideas. Lo que me dijo el presidente es que pensara en los próximos diez años. Y no es nada fácil...

Ha dicho Felipe González que la Fundación Alternativas es el mejor laboratorio de ideas del país. ¿Van a desmentirle o no habían reparado en que ya existía uno?

Es un buen laboratorio de ideas pero nosotros queremos hacer algo muy superior uniendo todas las fundaciones. Quiero que se organice con una base científica y se dote de un comité en el que haya personalidades del estilo de los sabios que colaboraron en nuestro programa electoral y expertos que impulsen líneas de investigación: cambio climático, crisis alimentaria, globalización, igualdad, desarrollo sostenible, energía, pleno empleo, etc. Y pretendo que los equipos de trabajo sean multinacionales.

La absorción de las fundaciones existentes implicará, por ejemplo, dejar a Alfonso Guerra sin la presidencia de la Pablo Iglesias.

Lo que proponemos al Congreso del PSOE es que se fusionen todas. Aquí no hay problema. Seguramente dejaremos dentro de la macrofundación institutos que tendrán su espacio tanto para la preservación de la memoria, que es lo que hace ahora la Pablo Iglesias, para la formación de militantes, como la actual escuela Jaime Vera, o para la atención de españoles en el exterior como hace Españoles en el Mundo. No vamos a quitar nada a nadie; vamos a sumar.

Cuando Zapatero deje el Gobierno, ¿utilizará la fundación del mismo modo que está haciendo Aznar con FAES?

No lo creo. Según me dijo a mí no es su intención. Zapatero es generoso y con perspectiva estratégica. Lo que quiere es que tengamos un buen instrumento. Ni él ni yo queremos utilizarla como arma política.

Es decir, que no está pensada para la jubilación de Zapatero...

Por supuesto que no. Ni tampoco está pensada para atacar al adversario político, como hace la FAES , que es más bien una herramienta de ataque. Intentaremos dar respuestas.

¿De qué vivirá la fundación? ¿De las subvenciones públicas?

De las públicas y de las privadas. El buen sistema es el competitivo: presentar proyectos atractivos con respuestas aplicables y solicitar fuentes de financiación.

¿Qué puesto tendrá Philip Pettit, el padre del republicanismo y en buena medida el ideólogo de Zapatero?

Va a estar en el Comité Científico. He invitado a Nick Stern, el autor del mejor informe que ha hecho sobre las graves consecuencias económicas del cambio climático y ex economista jefe del Banco Mundial, y me ha dicho que está encantado.

¿Estarán gratis o cobrando?

Aquí no tenemos dinero para pagar a nadie. Se les pagarán los gastos de viaje cuando vengan a una reunión. La idea es contar con un comité científico de personalidades españolas y extranjeras. Y luego habrá un patronato político.

¿Habrá investigadores que voten al PP?

Y a usted le volverán a hacer sitio en la Ejecutiva del partido...

De momento me han pedido que impulse la fundación. El presidente me dijo que quería que estuviera en la próxima dirección del partido.

¿En cuánto tiempo se agotará su impulso?

Lo que me encargó específicamente Zapatero es poner esto en marcha y me habló de un año y medio o dos. Luego ya veremos. Si me gusta, me quedo y si no... Bueno, me va a gustar, claro.

Este nuevo socialismo que usted va a repensar ¿estará a favor de reducir el tiempo de trabajo?

Está a favor de conciliar el trabajo con la vida personal y trabajar en las mejores condiciones posibles.

¿De trabajar más horas?

No, más horas, no. No hay que trabajar más horas. Nos hemos opuesto a la ampliación del tiempo de trabajo que se ha debatido en la UE.

No se han opuesto, se han abstenido.

Daba igual porque la minoría de bloqueo se había perdido ya. Siete países se abstuvieron porque se hiciera lo que se hiciera, se perdía, lo cual es lamentable. Hay que trabajar las horas que trabajamos y hacerlo mejor; es más, soy partidario de racionalizar los horarios dentro de la jornada laboral de 40 horas, que me parece razonable.

¿Es partidario de una jornada semanal de cuatro días?

Por ejemplo. O de jornadas continuadas. Por cierto, trabajando así se es más productivo.

Existe alguna confusión entre izquierda y derecha...

Aclare esto entonces: ¿es de izquierdas estar en contra de la energía nuclear y estar a favor es de derechas?

Para mí sí. Yo estoy en contra de la energía nuclear porque genera gravísimos problemas de residuos, exige fortísimas ayudas públicas y es menos democrática que el resto de las energías. En la energía nuclear sólo pueden entrar grandes capitales a los que hay que garantizar una rentabilidad durante decenios. Para mí tienen más sensibilidad social quienes están en contra de la energía nuclear que quienes están a favor.

¿Es de izquierdas estar a favor del matrimonio homosexual y estar en contra es de derechas?

Esto tiene que ver más con la ética personal, pero obviamente la izquierda tiene una visión mucho más amplia y defensora de los derechos individuales. Mucha gente conservadora en España está a favor de esa ley pero hay que rechazar la hipocresía, que siempre suele estar en los barrios de la derecha.

La izquierda francesa no se distingue ni por estar en contra de la energía nuclear ni por proponer el matrimonio gay. ¿Son menos de izquierdas que ustedes?

Niego la mayor. No creo que esté a favor de la energía nuclear ni que esté en contra del matrimonio homosexual. Además, no estoy categorizando sino dando mi opinión personal.

¿Ha cambiado la política de inmigración del Gobierno desde que usted lo dejó?

Me precio de haber elaborado en colaboración con el presidente del Gobierno una política de inmigración que se mantiene plenamente y que, salvo algunas excepciones, se va abriendo paso en Europa. No veo ningún cambio de orientación y si lo viera, y no estuviera de acuerdo, lo denunciaría. El mercado laboral debe ser el mecanismo regulador de los flujos migratorios.

¿Qué debe ser primero, la libertad o la igualdad?

¿Aconsejaría a la ministra de Igualdad que no se dedicara a incluir nuevos términos al diccionario?

La ministra ha hecho una propuesta bienintencionada. No me parece lo más importante de su comparecencia, en la que dijo otras cosas muy interesantes.

¿El teléfono para hombres?

No sólo. En este país la política más valorada es aquella que conduzca a la igualdad real entre la mujer y el hombre, por ejemplo la igualdad salarial. Eso es lo que tenemos que conseguir con la ley de Igualdad y con los planes de igualdad en las empresas.

Y con más inspectores de Trabajo.

También. En el programa electoral hablamos de 3.000 y el ministro lo ha comprometido. Vamos a trabajar para que esta sea la legislatura de la igualdad salarial.

¿Qué libro lee?: Espejos, de Eduardo Galeano, una preciosidad.

¿Qué ve en TV?: Sólo algunos informativos cuando estoy comiendo.

¿Música? Varias, y también cantautores.

No va a un concierto desde: Hace muchísimo.

¿Y al cine?: Voy, pero poco.

Duerme: Entre seis y siete.

¿Conduce?: Sí, y se me da bien.

¿Cocina?: Para sobrevivir.

¿Idiomas? Inglés. Llevo tres años estudiándolo de noche.

¿Tiene hipoteca? La liquidé. Soy muy ahorrativo.

¿Guarda algo bajo la cama? Utopías.

¿Recibe muchos e-mails al día? Del orden de 40.

¿Los políticos tienen sueños eróticos? No sé si soy un político o no; como ser humano normalito tengo pocos.

¿Qué ruido le parece más insoportable? El del tráfico.

¿Qué viaje está deseando hacer? A País de los Dogón en Mali.

¿Qué profesiones le hubiera gustado ejercer? Abogado, escritor y enólogo. Esto último no lo abandono. Haré un curso cuando me jubile. El mejor vino del mundo es español. El vino es cultura.

Nació en Béjar (Salamanca) en 1957. Casado y con tres hijas, es licenciado en Ciencias Políticas, Derecho y Sociología. Ha sido secretario de Administración Local, portavoz de Infraestructuras (de 1998 a 2000) y portavoz del Grupo Socialista (de 2000 a 2004). Fue ministro de Trabajo entre 2004 y 2008.