El magistrado Manuel Marchena ha comparecido este martes en la Comisión Permanente del Consejo General del Poder Judicial para presentar su proyecto y renovar el cargo al frente de la Sala de lo Penal del Tribunal Supremo. En su intervención, se ha referido a la causa del procès y cuya sentencia se conoció el pasado lunes, señalando que se trata de una "sentencia muy especial por su contenido, extensión, los problemas que hemos tenido que abordar es de una gran complejidad y ha exigido de toda la sala, de todos sus miembros, un esfuerzo deliberativo muy señalado que quiero destacar".

En esta comparecencia ha lamentado "de corazón" la filtración de la sentencia, que comenzó a circular por los medios el fin de semana antes de su publicación oficial. "La sentencia no ha salido de aquí y la teníamos muchos desde hacía días", ha señalado. "Era el oscuro objeto de deseo de muchos".

Marchena es el único candidato a presidir este organismo y comparece tan solo dos días después de conocer las penas de los líderes independentistas encarcelados. El magistrado ha destacado que "este juicio ha durado cuatro meses, con sesiones la mayoría de las ocasiones durante cuatro días a la semana y un horario que nos aproximaba a las 8 horas diarias. Esto supone que los magistrados han estado liberados de ponencias y dedicados exclusivamente a este juicio: lo que nadie debe cuestionar es que el desenlace de ese proceso es el fruto, la contribución de todos y cada uno de los que formábamos parte de la sala".

En este sentido, ha apuntado la "difícil situación" en la que hipotéticamente se encontraría este órgano en el caso de tener que juzgar a otros encausados en la causa del 'procés' independentista en Cataluña --aludiendo sin citarlo a los huidos como el expresident dela Generalitat Carles Puigdemont-- debido al hecho de que 13 de los 15 magistrados que lo integran ya hayan tenido relación con este asunto en sus fases de instrucción o enjuiciamiento.

"En otro tipo de juicio quizá esto pueda resolverse, pero habrá que estudiarlo al tratarse en este caso de magistrados que han valorado a 500 testigos, 12 acusados, metros cúbicos de papel y que podría tener que volver a enjuiciar hechos similares con distintos protagonistas, ello nos sitúa en una situación difícil", ha explicado para añadir que aún desconoce si la solución podría pasar por sustituciones u otro modelo