Bajó rapidísimo, preocupada por lo que acababa de ver. Lo contó ABC pero cualquiera se lo podría imaginar. Cuando llegó a la enfermería de la Plaza de Toros de Las Ventas, tenía el rostro desencajado.

25 y 30. Esos son los centímetros de las dos cornadas que recibió Gonzalo Caballero el pasado sábado. Una de ellas le seccionó la femoral. El pronóstico era grave. Victoria Federica lo vive todo con 19 años.

Había sido testigo de cómo su novio, de 27 años, entraba a matar a su primer toro de la tarde. La afición a la tauromaquí le viene por su abulo Juan Carlos y su madre, la infanta Elena. Ahora el diestro ha vuelto a pasar por quirófano en el Hospital San Francisco de Asís. El parte médico arroja algo de luz.

"Ha experimentado una ligera mejoría que ha permitido retirar sedación y ventilación mecánica", reza el comunicado. Pero sigue en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y la sobrina del rey ha decidido refugiarse en sus amistades.

Ella necesita todos los apoyos en estos duros momentos: acaba de empezar la universidad y se suponía que las cosas no serían así. Al contrario, se iba a dedicar por entero a los estudios y a su faceta de it-girl de la realeza.

Pero, como cuenta ¡Hola!, Victoria Federica está necesitando de su gente. El domingo por la tarde, sin ir más lejos, quedó en el centro de Madrid con unos amigos para ponerles en situación.

Su rostro evidenciaba la seriedad de lo que estaba contando, pendiente de que el móvil no suene porque pueden ser malas noticias, inquieta porque necesitaba despejar la mente pero no podía.

No tardó demasiado en irse. Tenía el gesto mustio, reflexivo. Decidió abandonar la mesa pronto y conducir su propio coche. Le acompañaba una amiga, aunque no se sabe si era para que la acercara o para que la hija de la infanta Elena y Jaime de Marichalar no estuviese sola.

Hay que recordar que no es la primera vez que cogen al torero y que ya entonces Victoria Federica estuvo a su lado. Fue en la misma arena madrileña el pasado mayo. Aquella cornada fue en el muslo izquierdo y le dejó el nervio ciático "pelado", según los médicos.

También entonces a la sobrina del rey le preocupaba tanto el bienestar de Caballero que le acompañó en todo momento. Reapareció en traje de luces en agosto. Antes, y mientras, se le podía ver compartiendo con su novia y yendo al cine, al hipódromo, a pasear, a cenar juntos...

Aunque ella insiste en que no es su novio. O, al menos, ninguno de los dos se ha pronunciado al respecto públicamente. O, al menos, así se lo dice a su padre, Jaime de Marichalar, quien le ha preguntado en varias ocasiones por el diestro, al que su hija conoce desde 2016, pero que no ha sido hasta ahora que se han empezado a ver con asiduidad.

"Por ejemplo, también dicen que sale con el torero. Yo se lo he preguntado y ella me dice que no. Pues si mi niña me dice que no es novia del torero, yo la creo", comentó en su momento Marichalar.

Habrá que ver si tras estar al borde de algo muy grave, Gonzalo Caballero y Victoria Federica deciden vivir más al día, dar un paso más allá en su amistad y que no les importe el qué dirán.