Doce militares en el exterior congelan su semen para preservar la descendencia

  • La mayoría son cargos intermedios u oficiales de más de 30 años.
  • El pimer caso se produjo durante la guerra del Golfo, en 1990.
  • Es un colectivo con mucho riesgo de poner en peligro su descendencia.

Una docena de militares españoles destinados en Afganistán, Líbano y los Balcanes ha congelado muestras de semen en una clínica de Alicante para preservar su descendencia si sufren una merma de su fertilidad e, incluso, para posibilitar el embarazo de su pareja en caso de fallecimiento.

El director del grupo Instituto Bernabéu, Rafael Bernabéu, ha revelado que los militares en el exterior son uno de los colectivos profesionales que, teóricamente, presenta más riesgo de poner en peligro su descendencia, por lo que hay un número creciente de miembros que apuestan por esta "custodia seminal".

La mayoría corresponde a mandos intermedios u oficiales que sobrepasan los 30 años, que tienen un proyecto familiar "definido" y quieren asegurarse tener hijos en un futuro.

El primer caso de un soldado que apostó por la congelación de su semen en la clínica de Alicante ocurrió antes de participar en la primera guerra de Irak, en 1990, y, desde entonces, hasta doce militares ha hecho lo propio antes de ser destinados a misiones en Afganistán, Kosovo, Bosnia y Líbano. Bernabéu ha indicado que, afortunadamente, hasta el momento no ha habido ningún caso que haya hecho necesario descongelar estas muestras para su uso.

Para este servicio, los militares tienen que firmar previamente ante notario un documento de fe pública de consentimiento informado en el que precisen qué fin quieren dar al semen y en qué supuestos, por ejemplo si desean inseminar a su mujer con fines reproductivos en caso de muerte. La actual legislación prevé que el almacenamiento y utilización de los espermatozoides congelados a -196 grados centígrados se pueda prolongar durante toda la vida del varón, y sólo expire seis meses después del fallecimiento.

En Italia, en 1876

Bernabéu prevé que haya un auge de este procedimiento para la congelación de semen en colectivos con "riesgo vital", como también pueden ser los bomberos, dado que afirma que se trata de un proceso "indoloro, no complejo y poco gravoso económicamente".

El responsable del Instituto Bernabéu ha recordado que el primer intento de congelar semen se remonta a 1876 en Pavía (Italia), en plena guerra de independencia contra los austríacos, cuando el abate y fisiólogo italiano Lazaro Spallanzani trató de salvaguardar los espermatozoides de los militares transalpinos en polvo de nieve. De esta manera buscaba realizar su contribución patriótica para inseminar a las mujeres cuyos esposos fallecieran en el campo de batalla.

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