Cinco mitos sobre limpiar el coche que tú también te habías creído (hasta ahora)

Limpiar el coche es una  tareas, que, además de tiempo, requiere conocimientos que nos alejen de cometer una serie de errores que acaben estropeando nuestro vehículo. De hecho, no todos los productos son óptimos, ni los materiales para extenderlos adecuados y, por supuesto, no todo lo que se oye es cierto: hay que tener muy claro cuáles son los mitos de limpieza en los que nunca hay que confiar si queremos que nuestro coche siga pareciendo nuevo (aunque no lo sea).

Cinco mitos sobre limpieza que no debes creer

  • La suciedad protege la carrocería. Aunque a muchos esta idea pueda parecerles una broma, la idea de que la porquería que acumulan los coches protege, entre otros, el color y, además, amortigua las rozaduras está bastante extendida. Y, si bies es cierto que sería genial no tener que invertir tiempo en sacar brillo al vehículo por su seguridad, nada más lejos de la realidad. La acumulación de polvo puede rayar la carrocería y las cacas de pájaro decolorarla, por ejemplo.
  • La cera ensucia el coche. Después de poner en práctica todos los trucos caseros habidos y por haber  para conseguir que hasta los faros del coche reluzcan, son muchos los que evitan poner cera, porque piensan (o han oído) que solo logra que el coche se ensucie antes. Pero, nada que ver: este tratamiento ayuda a proteger la carrocería de la lluvia, el polvo y los mosquitos.
  • El interior, a presión. Si bien es cierto que no hay que olvidarse de limpiar, con frecuencia, el interior del coche, lo que incluye desde la tapicería hasta el techo, sin olvidarse de las alfombrillas, hay que tener cuidado con el método que se elige. Y no, el agua a presión nunca es una opción viable, aunque exista el mito de que es lo más rápido y efectivo.
  • El motor, nunca con agua. El aceite y el agua se repelen, pero esto no significa que para limpiar el motor no podamos utilizar esta última. De hecho, siempre que sea sin presión y con ayuda de un paño de microfibra, el agua es la mejor aliada para acabar con el polvo que se acumula debajo del capó y en el exterior del motor. Además, si lo que queremos es limpiar este elemento por dentro, lo mejor es emplear gas oxihidrógeno (HHO), compatible con todos los combustibles.
  • Secarlo al sol. Si estando aún húmedo el coche, bien sea por dentro o por fuera, lo dejamos secar al sol, lo único que conseguiremos es que aparezcan manchas en la carrocería, o que la carrocería desprenda un olor fuerte muy difícil de eliminar. Por eso, lo mejor es ayudarse de un trapo y armarse de paciencia.
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