Susanna Griso se ha topado con un caso con el que ella misma, ha reconocido, no se había encontrado en toda su carrera: el de una familia de okupas a la que defienden el resto de sus convecinos.

¿La razón? El legítimo propietario del inmueble tiene amenazada a toda la comunidad, según han denunciado el resto de habitantes del edificio. Los vecinos, dicen sobre él que es un hombre violento y con problemas psiquiátricos. "Intentó matar a mi familia", ha afirmado una de ellas. El propietario, preguntado por otro reportero del programa, ha rechazado hacer declaraciones.

Por otro lado, los okupas, afirman sus convecinos, pagan la comunidad y no generan problemas de convivencia. De hecho, hasta han arreglado y pintado el piso, reconocen.

Otra reportera se ha desplazado al barrio de la localidad madrileña de Valdemoro donde se encuentra el inmueble en cuestión y ha hablado con los vecinos y con uno de los inquilinos del piso okupado.

"Tenemos mucho miedo, estamos ya muy cansados con todo este tema. Los niños también tienen miedo. No puedo salir de casa, tengo que estar pendiente de ellos todo el tiempo", ha dicho Juan (nombre ficticio que han concedido al okupa para proteger su identidad) en referencia a las amenazas que afirma haber recibido por parte del dueño del piso.

El hombre, de origen brasileño, y que habita de forma irregular en el inmueble vive con su mujer embarazada y dos hijos. "Los vecinos están contentos con nosotros. Lo único que queremos es vivir con salubridad y dar una buena educación a nuestros hijos", ha dicho.

Juan ha denunciado que su situación legal no le permite trabajar y ha terminado por romper a llorar. "No tenemos trabajo ni tampoco tenemos permiso para trabajar. El ayuntamiento no nos empadrona", ha dicho a la reportera que ha tratado de reconfortarle.

Susanna Griso le ha querido dedicar a Juan unas palabras: "Usted ha demostrado ser buena gente, los vecinos han demostrado que le quieren. Es importante que regularice su situación", le ha aconsejado la presentadora.