La Guardia Civil ya está resolviendo algunas de las principales incógnitas del rocambolesco crimen de Castro Urdiales (Cantabria). Este jueves han confirmado que la cabeza que apareció metida en una caja es de Jesús María B.R., un bilbaíno de 67 años desaparecido desde el pasado mes de abril y cuya pareja, María del Carmen M.G., se encuentra en prisión desde este martes.

Todas las hipótesis apuntan a un caso de violencia doméstica con decapitación, aunque se desconoce prácticamente todo: ¿qué ocurrió entre la pareja?, ¿dónde está el resto del cuerpo? y los consabidos cómo y por qué se cometió el crimen.

Repasamos lo que se sabe y no se sabe hasta la fecha de este suceso:

Esta es ahora mismo la prioridad de la Guardia Civil. Han confirmado que la cabeza pertenece a este bilbaíno de 67 años pero falta encontrar el resto del cuerpo de la víctima. No es una cuestión baladí, porque para la manipulación de un cadáver y para separar una cabeza del tronco se precisa fuerza, amén de que no se antoja fácil ocultar un cuerpo humano.

Los agentes van a ampliar la búsqueda de pruebas a unos terrenos propiedad de Jesús María B.R. Los terrenos se encuentran en el barrio de Helguera de Sámano, en Castro Urdiales, según ha explicado este jueves a EFE el primo carnal de la víctima, Carlos Ricondo.

Carlos Ricondo, quien custodia estos "pequeños" prados cuya extensión mayor no supera los 1.200 metros cuadrados, ha señalado a Efe que en estos terrenos no ha habido movimientos de tierra y cree que "no hay nada". "Estamos a la espera de que nos llame la Guardia Civil para ir a inspeccionarlos, porque por protocolo querrán investigarlo todo", ha añadido Ricondo, quien además asegura que la detenida desconocía el lugar exacto donde se encuentran estas fincas.

En paralelo, continúa en marcha —desde el martes— el registro de la residencia donde vivía Carmen M.G. junto a Jesús María B.R. Por el momento no han trascendido más detalles de los resultados del registro. El caso está bajo secreto de sumario.

Ante la Guardia Civil esta mujer no ha declarado y los agentes llevan tres días registrando la vivienda que compartía con Jesús María con perros especializados en la localización de restos humanos, entre ellos 'Marley', que ha participado en casos tan conocidos como los de Diana Quer o Gabriel Cruz.

La casa se encuentra en la calle Padre Basabe de esta localidad cántabra costera, a seis minutos a pie de la vivienda de la vecina —en la calle Santa Ana— a la que Carmen entregó la caja con el cráneo, pero asegurándole que contenía juguetes eróticos que no quería que la Guardia Civil encontrara al registrar la vivienda tras la denuncia de su desaparición, interpuesta por familiares de la víctima, que fue vista por última vez el 11 de abril.

Ricondo se muestra afectado dada la relación "casi fraternal" que desde pequeño le unía a su primo, no esperaba el devenir de estos acontecimientos tras la desaparición de Jesús María, según ha señalado.

"Teníamos esperanza de que hubiese vuelto, pero tras tanto tiempo sin dar señales de vida pensamos incluso que se habría tirado al mar", lamenta.

También pone en tela de juicio la versión que desde el primer momento Carmen contó a la familia tras la desaparición de su pareja. "Primero nos aseguró que se había ido de vacaciones, al llamarle al móvil y no contestar nos dijo que se le había roto al caerse a la bañera y nos facilitó otro número de teléfono del que nos llegaban mensajes, pero que por la forma de escribirlos creíamos que no eran suyos", ha subrayado.

Unas "extrañas" circunstancias que empujaron a los primos a exigir que Jesús María les llamase o les mandase un audio con su voz para verificar que quien portaba ese teléfono era él. "Pero no obtuvimos ninguna respuesta, por lo que su primo Alfonso junto a un amigo ertzaina denunciaron su desaparición", ha afirmado.

Según el testimonio de Ricondo, "no se pudo demostrar nada" y el juez archivó el caso, porque su pareja declaró "que se había fugado de forma voluntaria con 12.000 euros que guardaba en la vivienda" y que la había abandonado, cuando él "nunca tenía dinero en metálico en casa".

Ricondo ha apuntado que los hijos de Jesús María no tienen relación con él desde hace años tras separarse de su mujer y que "hasta el momento" no se han puesto en contacto "ni ellos, ni su expareja".

Natural del municipio sevillano de Utrera (Sevilla), a sus 61 años, no es la primera vez que Mari Carmen tiene sus más y sus menos con las autoridades. Antes de esta detención en relación con el caso del cráneo de Castro Urdiales, la mujer ya contaba con antecedentes por estafa. La primera de ellas la perpetró en Vigo en 2013, a la que seguiría otra en 2017 en Cádiz. Para esta última, la mujer se apropió de documentación bancaria y estafó 6.600 euros a la expareja de su tía.

Ya en Castro Urdiales, donde vive desde hace siete años, María del Carmen conoció a Jesús María, exempleado de banco y jubilado, y por el momento se desconoce el móvil que pudo conducir el crimen.

Este martes, el Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 3 de Castro Urdiales acordó como medida cautelar la prisión provisional, comunicada y sin fianza para ella después de que la vecina a la que había entregado hace meses la caja con el cráneo descubriera el contenido de la misma por el fuerte hedor que despedía.

Según ha relatado la mujer que encontró el cráneo, cuando lo encontró llamó por teléfono a la detenida para contarle lo que había encontrado y la respuesta de esta fue: "Alguien me la dejó en la puerta de casa y la guardé porque era el único recuerdo que tenía de él".

Cuando los allegados fueron enterándose de que este hombre había desaparecido hubo quien preguntó a la ahora detenida por ello, su respuesta, según se cuenta, fue que iba "tirando". Lo cierto es que ella siguió haciendo su vida: bailando en la Casa de Andalucía, con sus amistades y sin demostrar signos de nerviosismo, según informa EFE.

Cuando se descubrió el cráneo dentro de la caja, este estaba sin ningún tipo de tejido y prácticamente descarnado, por lo que los investigadores creen que pudo ser tratado con alguna sustancia química. Esta semana, el programa Espejo Público afirmó la cabeza pudo haber sido cocida y envuelta en aluminio.

El cráneo ha sido analizado en Madrid por los expertos del Servicio de Criminalística del instituto armado.