Los fichajes 'televisivos', un anzuelo "simbólico" que los partidos españoles solo limitan a los cargos intermedios

Màxim Huerta, Félix Álvarez y Pedro García Aguado.
Màxim Huerta, Félix Álvarez y Pedro García Aguado.
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Màxim Huerta, Félix Álvarez y Pedro García Aguado.

Pedro García Aguado, el 'Hermano Mayor' que ha ayudado a jóvenes a reconducir su camino delante de millones de espectadores en televisión, ha sido el último personaje televisivo que ha dado el salto a la política. El ex waterpolista y asesor familiar será director general de Juventud de la Comunidad de Madrid durante el gobierno de Isabel Díaz Ayuso, un nombramiento que ha recibido entre vítores y críticas. Pero aunque todavía hoy pueda llamar la atención situar a un rostro tan conocido al frente de una institución pública, su nombre se suma a una larga lista.

El actor Félix Álvarez, conocido como 'Felisuco', lleva varios años en la bancada de Ciudadanos en el Congreso, al igual que su compañero de profesión Toni Cantó. Ambos, bajo las siglas de Ciudadanos, han cambiado el escaño de la Cámara Baja por las asambleas regionales de Cantabria y la Comunidad Valenciana, respectivamente. Pepe Viyuela fichó por Podemos, donde forma parte del Consejo Ciudadanos Estatal, mientras que Carlos Navarro, 'El Yoyas', concursante de Gran Hermano, acabó siendo concejal de Vilanova del Camí por el partido DECIDE (Derecho, Ciudadanía y Democracia) en 2015.

"Las grandes ideologías cayeron hace tiempo. El perfil público que uno puede tener, por ser novelista, actor, director, es muy atractivo para unos partidos políticos, para crear un logo o crear un simbolismo", explica Manuel Herrera, catedrático de Sociología en la UNIR.

Ese simbolismo lo han aportado en los últimos tiempos, sobre todo, periodistas del ámbito de la televisión. En el último ciclo electoral Pablo Montesinos fichó por el Partido Popular como cabeza de lista por Málaga y a otros como la tertuliana Raquel Rábago o Edurne Uriarte en segunda fila política. Hermann Tertsch, bajo las siglas de VOX, es eurodiputado y el ahora Secretado de Estado de Comunicación, Miguel Ángel Oliver, pasó sus años anteriores presentando los informativos. "Si la persona tiene la condición y los conocimientos necesarios no tendría que ser un impedimento", apunta Herrera.

A su jucio, estas incorporaciones suponen un "valor intangible" para el partido que les ficha, pero que pueden tener un efecto contrario. "Si tienes un personaje de reconocido prestigio y se le descubre algo oscuro, el efecto negativo puede ser mucho mayor". En este sentido, es difícil olvidar el paso del periodista Maxim Huerta por la política. Aunque por un breve periodo de tiempo, el también escritor cambió el plató de Ana Rosa Quintana por un asiento en el Consejo de Ministros al mando de la cartera de Cultura, que solo días después abandonó tras salir a la luz un supuesto fraude fiscal cometido años atrás.

Según Herrera, nuestro país ha sufrido cambio en lo que respecta al político tradicional. Por un lado, señala que cada vez son menos los profesionales de reconocido prestigio que abandonan su profesión para dedicarse al mundo de la política mientras que hay más políticos que son "fruto de la maquinaria de los partidos como profesionales de la politica y que han nacido en el partido".

Un actor presidente de Ucrania

No obstante, el comportamiento de España en este sentido es similar al del resto de países europeos, según el politólogo, que también han incorporado rostros conocidos aprovechando el tirón de su imagen. El actor italiano Beppe Grillo, uno de los personajes televisivos más populares del país, fue también uno de los fundadores del Movimiento 5 Estrellas, mientras que el actor que diera vida a 'Terminator', Arnold Schwarzenegger, llegó a ser gobernador de California en 2003 y revalidó el cargo en 2006 pese a su falta de experiencia política.

El actor ucraniano Volodymyr Zelenskiy es otro gran ejemplo. Tras una inusual batalla electoral contra Poroshenko que algunos medios calificaron de "show", se hizo con el poder en las pasadas elecciones del 20 de mayo.

En España, algo así "podría pasar perfectamente" a juicio de Manuel Herrera, aunque reconoce que por el momento se sigue apostando por perfiles con trayectoria política. "En la actualidad se tiende a que la figura del presidente del Gobierno salga de dentro del partido. Personas con trayectoria profesional muy breve que han dedicado gran parte de su vida al escenario politico y son fruto de los mecanismos internos del partido", explica. Por el momento, habrá que esperar para ver un presidente o presidenta de España nacido en televisión.

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