Hubo una época en la que, sobre todo la generación millennial, si tenía que enviar un mensaje a su expareja, se lo ponía como estado en redes sociales como Messenger o Tuenti. Y entre las diferentes formas de hacerlo, destacaban los versos de canciones con frases contundentes.

Pues bien, algo de eso debe recordar Miley Cyrus para, ahora que es ella quien las canta, usarlas para enviar su postura o sus ideas a sus exparejas. Y, en los últimos acontecimientos en la vida de la artista, ¿quién va a ser el destinatario sino su ya exmarido, Liam Hemsworth?

Las redes no paran de preguntárselo, porque Cyrus acaba de sacar nueva canción, Slide away (algo así como "deslizarse lejos"), y en la letra, de una manera, además, muy poco sutil, parece estar hablando de su separación con el actor.

Aunque parecía amistosa, el divorcio está trayendo más de una polémica, en la que los amigos que tienen ambos se enfrentan para saber si la culpa fue de Miley (y sus infidelidades) o del pequeño de los Hemsworth (y sus adicciones).

Y por haber entrado en el club de los matrimonios efímeros y fugaces (un visto y no visto de nueve meses), los fans buscan pistas en cada paso que ambos dan en solitario, desde los besos en un barco de Miley Cyrus con la influencer Kaitlynn Carter poco después de que saltara la noticia de su divorcio hasta el supuesto alcoholismo y drogadicción de Liam.  Y desde luego la canción da de sí.

Nada más empezar, la artista no se corta en sacar el tema. "Érase una vez, era el paraíso./ Érase una vez, estaba paralizada./ Creo que voy a extrañar estas luces del puerto/pero es hora de dejarlo marchar". Ahí es nada, la primera en la frente.

La primera estrofa sigue y, aunque ya se ve que no va a cortarse, parece que la artista está recordando sus comienzos con el intérprete, cuando ambos se conocieron en 2010 (ella tenía 17 años) en el rodaje de la película La última canción.

"Érase una vez, estaba hecho para nosotros/ desperté un día, se había convertido en polvo/ cariño, nos encontraron, pero ahora estamos perdidos/ así que es hora de dejarlo marchar", dice Cyrus, de 26 años, que culpa en estos primeros compases al paso del tiempo y que al hablar de cenizas muchos seguidores opinan que la relación empezó a deteriorarse cuando quedó devorada por el fuego su hogar en Malibú.

Sin embargo, todo esto parecía más metafórico de lo que buscaba la cantante de Tennessee, así que la letra toma tintes verdaderamente autobiográficos en lo que resta de tema.

En la siguiente estrofa, que precede al estribillo, la artista asegura que quiere regresar a su "casa en las montañas" (quizá hablando de su rancho en Nashville), y que no desea "el whisky y las pastillas·, en una referencia bastante obvia a los insistentes rumores sobre la vida de su exmarido. "No me doy por vencida fácilmente/pero no creo que yo haya perdido", suelta como quien no quiere la cosa.

Teniendo en cuenta que Miley Cyrus aseguró haber superado una etapa de adicción a los porros, en la que fumaba todos los días, parece ser que le recrimina a Liam Hemsworth no haber hecho lo mismo y continuar con un estilo de vida dionisíaco.

En el estribillo de la canción, Miley aboga y le pide a  Liam, directamente, que se vaya ("Entonces, ¿no te deslizarás lejos, hasta el océano?", pidiéndole que se vaya de nuevo a Australia).

Pero es para el final cuando la artista deja muy clara su postura: ha madurado. Y en esta nueva etapa, el amor adolescente no tiene cabida. "Sigue con tu vida, ya no tenemos 17 años./ Ya no soy quien solía ser./ Tú mismo dijiste que todo cambia. / Tenías razón: ahora somos adultos", relata.

Por su parte, Liam Hemsworth sí ha hablado sobre su ruptura y lo ha hecho en términos mucho menos beligerantes. "No le deseo nada más que salud y felicidad", dijo el actor, de 29 años.