El Supremo dice que la esclavitud del s.XXI está "en los clubes de alterne de nuestras carreteras"

Prostitución en Palma de Mallorca.
Prostitución en Palma de Mallorca.
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Prostitución en Palma de Mallorca.

La sala de lo Penal del Tribunal Supremo ha ratificado la condena por trata de seres humanos con fines de explotación sexual y prostitución coactiva a un grupo de personas que traía mujeres desde Nigeria, "muchas de ellas niñas en grave estado de desvalimineto y necesidad", para ejercer la prostitución en tres clubes de alterne de la provincia de Córdoba.

En el texto de la sentencia la sala considera probado que las mujeres eran "obligadas a ejercer la prostitución en diversos clubs de alterne, salpicados por la geografía nacional, a modo de lugares en donde la dignidad humana carece de la más mínima significación, con tal de obtener el beneficio para el cual las mujeres han sido traídas como si fueran seres cosificados, de los que se intenta obtener el máximo rendimiento económico, mientras tales personas se encuentren en condiciones de ser explotadas".

Para añadir que "no hace falta irse a lejanos países para observar la esclavitud del siglo XXI de cerca, simplemente adentrarse en lugares tan cercanos, a lo largo de los márgenes de nuestras carreteras, en donde hallar uno o varios clubs de alterne en cuyo interior se practica la prostitución con personas forzadas, esclavizadas, a las que, sin rubor alguno, se compra y se vende entre los distintos establecimientos, mientras tales seres humanos se ven violentados a 'pagar' hasta el billete de ida a su indignidad".

El Supremo hace estas apreciaciones al desestimar los recursos de cinco hombres y mujeres contra la condena por prostitución coactiva y trata de seres humanos impuesta por la Audiencia Provincial de Madrid.

Los hechos se remontan a 2009, cuando varios de los condenados captaron en Benín City  a una mujer para la prostitución, engañándola bajo la promesa de que continuaría estudiando y lograría un trabajo de camarera o azafata. A su llegada a Madrid le quitaron el pasaporte y el móvil y la obligaron a ejercer la prostitución. La joven se negó a a aceptar, por lo que fue golpeada repetidamente, le cortaron el pelo, le hicieron vudú y amenazaron con hacer daño a su familia en Nigeria.

Uno de los acusados hizo saber a la chica que había adquirido con ellos una deuda de 50.000 euros por los gastos de traerla. Fue conducida a un club de alterne "Los Santos", en Lucena (Córdoba) donde comenzó a ejercer la prostitución.

El dinero que obtenía tenía que entregarlo a los acusados. Les debía abonar 1.000 euros cada lunes. La mujer trabajó en similares condiciones en el club Montserrat de La Carlota (Córdoba).  La mujer siguió en esa situación hasta agosto de 2012, tras haber pagado la supuesta deuda de 50.000 euros y otras cantidades reclamadas más.

La sentencia también cita testimonio de más mujeres de Nigeria, traídas a España entre 2009 y 2014, alguna menor de edad.

Pese a lo que se puede leer en la sentencia del Supremo sobre la esclavitud en los clubes de alterne españoles, la sección quinta de la Audiencia Provincial de Madrid absolvió de explotación lucrativa de la prostitución tanto al dueño como a los encargados de los tres locales de alterne cordobeses donde estas mujeres nigerianas ejercían la prostitución.

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