Los dueños de mascotas están obligados desde este lunes a retirar los restos de orina de sus animales en la calle mediante el uso de agua con vinagre común, obligación que hasta ahora se limitaba solo a la recogida de excrementos evacuados por los animales de compañía en la vía pública.
El Pleno del Ayuntamiento de Almería aprobó el pasado 1 de abril la modificación de la ordenanza de limpieza para incluir este aspecto con el objetivo "minimizar el efecto de las micciones, particularmente de perros, en el entorno y mobiliario urbano" y así "evitar suciedad y los malos olores en las calles".
En este sentido, las sanciones por no retirar los restos de orina de los animales en la vía pública pueden ir de los 120 a los 750 euros, si bien se ha abogado por dar un "plazo prudencial" de adaptación a los propietarios de mascotas.
"La presencia de heces de los perros abandonadas en la calle es, junto a las micciones de perros, uno de los principales problemas de limpieza e higiene y una de las principales quejas que denuncian los almerienses", han observado desde el Consistorio.
La concejal de Sostenibilidad Ambiental, Margarita Cobos, ha apelado a "la sensibilidad y colaboración ciudadana para mantener limpia la ciudad" y ha incidido en que el objetivo último "no es sancionar, por lo que vamos a dar un tiempo prudencial para que los propietarios de mascotas se vayan adaptando".
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