Rivera, duro con los críticos: "Si algunos quieren que el sanchismo campe a sus anchas, que monten otro partido"

El líder de Ciudadanos Albert Rivera, Ignacio Aguado (2d) y Begoña Villacís (4i), durante el acto previo a la reunión ordinaria del Consejo General de su partido, que celebra su primer Consejo General tras las elecciones.
El líder de Ciudadanos Albert Rivera, Ignacio Aguado (2d) y Begoña Villacís (4i), durante el acto previo a la reunión ordinaria del Consejo General de su partido, que celebra su primer Consejo General tras las elecciones.
EFE/Juan Carlos Hidalgo
El líder de Ciudadanos Albert Rivera, Ignacio Aguado (2d) y Begoña Villacís (4i), durante el acto previo a la reunión ordinaria del Consejo General de su partido, que celebra su primer Consejo General tras las elecciones.

No son tiempos de aguas muy calmadas en las filas naranjas. El Consejo General de Ciudadanos, el máximo órgano del partido entre congresos, se ha reunido este viernes en Madrid en el que ha sido su primer encuentro desde la dimisión de dos miembros de la Ejecutiva, Toni Roldán y Javier Nart, y tras ponerse de manifiesto la división interna en relación con la estrategia impulsada por Albert Rivera.

Fue, de hecho, el propio líder el último en tomar la palabra. Recibido con aplausos, trató de paliar con una muestra de confianza las turbulencias de las últimas semanas. "Hoy se cumplen dos meses desde las elecciones generales, dos meses en los que Sánchez no se ha puesto a trabajar, pero hoy también es el día de celebrar la libertad", comenzó diciendo. Quiso reivindicar la etiqueta de liberales en el partido. El bipartidismo, la lucha contra el independentismo...todo lo hecho por Cs que, para Rivera, ha servido para convertirse "en un partido de Gobierno".

Trató el presidente naranja de alejarse de los "cargos" y hablar de "responsabilidades". Y miró al futuro: "Esperamos que la infamia no se produzca y gobernemos en Navarra, donde ganamos las elecciones". Entre críticas y terremotos, Rivera quitó hierro al asunto: "Bendito problema gestionar el éxito". Desde Ciudadanos quisieron mandar un mensaje de optimismo, y colocarse las mochilas de "la responsabilidad y de la libertad".

En un defensa también flagrante de la incorporación de la sociedad civil, pide a los suyos "no perder esa responsabilidad" frente a las políticas de Sánchez. "Necesitamos un proyecto de país que no sea el sanchismo". Habló además de que "una oposición firme al sanchismo" es "una cuestión de Estado". "Si algunos quieren que el sanchismo campe a sus anchas, que monten otro partido", apostilló, en un claro mensaje a sus propios críticos.

Vergüenza. Esa es la palabra que utilizó para referirse al PSOE. "España necesita una oposición moderada, de valientes, constitucionalista y europeísta", prosiguió. Pero esto, para Rivera, es un proceso: "Esto que estamos construyendo es la España que viene". En este sentido, enumero las medidas proclamadas por Ciudadanos en las dos campañas electorales con el objetivo de reforzar su proyecto, hacia fuera frente a Sánchez, hacia dentro ante los críticos. "Nos jugamos que Sánchez no esté una década" en el Gobierno.

Albert Rivera trató, de forma implícita, de plantar cara a quienes le acusan de girar a la derecha. "Alternativa centrada"; dos palabras que usó para definir su idea. Cree que el candidato socialista "ya tiene mayoría" con "Otegi como la nueva estrella de la televisión pública", y apuesta porque Podemos acabe cediendo. "¿Dónde está la sorpresa? Sánchez, más Podemos, más todos los nacionalistas del mundo", y para enfrentar a eso "tiene que haber una alternativa". Además, arrancó los aplausos al acusar a Pedro Sánchez y RTVE de "limpiar la imagen de un terrorista".

"Nadie empuja a Sánchez a pactar con los nacionalistas, nadie, se tira él en plancha". Contrapuso en todo momento Rivera el plan de Ciudadanos frente al del PSOE, con una connotación hacia el PP por debajo: Cs quiere ser el principal partido de la oposición. "Este partido nació por libertades frente a imposiciones, y por eso tenemos que defender esas convicciones, esas libertades y ese proyecto. Ahora más que nunca".

También tuvo menciones a Zapatero. "Cs se va a oponer como nunca a que meta las zarpas y pasteleé con la libertad de los catalanes". Albert Rivera y los suyos dirán "no a las presiones, no a los indultos". Para terminar su discurso, esgrimió que es el momento, "ahora más que nunca" de apostar por Ciudadanos. "Y nunca olvidaremos, diremos no a pactar con Batasuna": sobre esto, elogió el papel de Marimar Blanco, y criticó duramente a quienes no aplaudieron. "Si queremos ser una nación digna, tenemos que recordar siempre a nuestros héroes".

Rivera, "el único que puede mantener firme el timón"

Antes que él, el candidato a la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, repartió agradecimientos y recuerdos con los presentes en el acto. "Esto es fruto de que creemos en lo que hacemos y del trabajo", continuó. Para él, los naranjas son "el partido con más capacidad para formar gobiernos". Eso sí, apeló por otro lado al "sentido de Estado". Negó que Cs sea un "partido bisagra", sino una "alternativa a cuarenta años de bipartidismo". Con la posición de Cs sobre la investidura de Sánchez coleando en el ambiente, Aguado reforzó el argumento en contra. "Quieren que seamos un partido bisagra, pero nuestro destino es gobernar España".

"Que no nos tiemblen ahora las piernas", pidió Aguado. La meta de la formación es "seguir defendiendo los mismos principios" porque "no debemos nada a nadie". Aguado fue rotundo: "Tenemos la libertad de ser lo que queramos, hagámoslo". En su discurso, se deshizo en elogios con Albert Rivera, para quien también pidió "confianza" porque es "el único capaz de mantener firme el timón". El punto en el que está Cs, en palabras de Aguado, ha sido un logro en gran parte de Rivera. "Hay que mimarlo", terminó. "Me comprometo a que te llevemos a la Moncloa", le dijo para concluir su mensaje.

"Los votantes no quieren que les mintamos"

La ya vicealcaldesa de la capital, Begoña Villacís, celebró su 'ascenso'. "Es un orgullo por muchas razones, porque amo esta ciudad", empezó diciendo, al tiempo que definía Ciudadanos como un proyecto que "me sigue pareciendo ilusionante". Reconoció, eso sí, que a lo largo del camino "ha pasado de todo" y elogió el trabajo que iniciaron "los compañeros de Cataluña". Viajó al pasado para ir hacia el presente, hablando de todo lo conseguido por el partido, que ha tratado este viernes de reforzarse. "Ciudadanos es el partido que necesita España", sentenció.

Uno de los elementos de mayor presencia en los discursos fue que Cs ya es "un partido de Gobierno". Begoña Villacís apeló a que los votos conseguidos en las últimas elecciones generales es "un premio al trabajo", porque los suyos, dijo, han estado "cuatro años pisando al calle". El objetivo ahora es "devolver la confianza a los votantes" porque estos, sostuvo la vicealcaldesa, "no quieren que les mintamos". Presentó una disyuntiva para terminar: "Entre presiones y democracia, elijamos democracia".

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