Menos atascos y más ruido en el primer día sin semáforos en la A-5

Los semáforos de la A-5, en ámbar.
Los semáforos de la A-5, en ámbar.
JORGE PARÍS
Los semáforos de la A-5, en ámbar.

El liderazgo de Almeida a los mandos del ayuntamiento de Madrid ha empezado fuerte en el ámbito de la movilidad. De las dos grandes medidas anunciadas en este campo –apagado de semáforos en la A-5 y el fin de Madrid Central– una acaba de entrar en vigor y la otra lo hará el próximo lunes.

Este miércoles, a las once en punto de la mañana, las luces de tráfico instaladas en los puntos kilométricos 7 y 5.7 de la carretera de Extremadura en sentido Madrid dejaron de funcionar tras solo cuatro meses de actividad. Los semáforos permanecerán en ambar hasta que el ayuntamiento decrete su apagado definitivo, que podría demorarse varios meses.

Los usuarios habituales de la vía no han notado aún grandes diferencias en el tráfico. El hecho de que el apagado se produjera pasada la hora punta y que el volumen de tráfico sea menor por las vacaciones escolares hacen que aún sea pronto para sacar conclusiones claras.

Los trabajadores de una gasolinera muy cercana al punto, afirmaron haber notado mayor fluidez en el tráfico a partir del apagado y menos retenciones en el tramo.

Marta, que vive cerca y da clases en una escuela de danza situada apenas a 300 metros de donde están las señales, está descontenta con la medida, que califica de "juego político". Cree que el apagado y la subida del límite de velocidad del radar traerán consecuencias negativas para el barrio por el aumento del ruido que, afirma, producirán.

Por otro lado, Pilar, que vive en Parque Coimbra y acude a trabajar al centro de Madrid en autobús todos los días celebra la medida, aunque asegura que todavía no se ha notado.

Para mejorar la seguridad en el tramo, el ceda el paso que da acceso a la A-5 en ese punto se transformará en un Stop. El radar localizado junto al semáforo también se mantendrá, aunque con un límite de 70 km/h.

Desacuerdos políticos

El apagado de los semáforos ha generado opiniones enfrentadas incluso entre compañeros de filas. Mientras que el PSOE de la capital pidió a Almeida mantenerlos, las alcaldesas de Móstoles y Alcorcón, dos de las poblaciones más afectadas y también en manos socialistas, celebraron la decisión aunque criticaron su unilateralidad. Desde Más Madrid también criticaron duramente el apagado, que calificaron de "revanchista" y sectario.

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