Declara como testigo el propietario de la perra Sota que murió abatida por un guardia urbano

Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.
Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.
PACMA CATALUNYA
Manifestantes reclamando "justicia" para la perra Sota.

El dueño de la perra Sota, que murió abatida por un guardia urbano de Barcelona el pasado 18 de diciembre de 2018, el joven estonio Tauri Ruusalu, declara este miércoles en el juzgado de instrucción número 4 de Barcelona como testigo y denunciante de un delito de maltrato animal contra los dos agentes que intervinieron. El propietario de Sota también está siendo investigado en la misma causa por un supuesto atentado contra los policías.

Según fuentes de la Guardia Urbana, la perra mordió a uno de los agentes en un brazo y este procedió a dispararla con su arma reglamentaria por miedo a que el animal le atacase en el cuello. Las mismas fuentes indican que cuando el dueño se percató de que Sota había muerto agredió a los policías, que procedieron a detenerlo.

Este caso consta pues de dos denuncias. La que interpuso la Urbana contra el propietario del animal, que ya compareció en una ocasión anterior en los juzgados de guardia acogiéndose a su derecho a no declarar, y la denuncia penal presentada por el hombre contra los agentes por maltrato animal y lesiones y en la que las entidades animalistas Pacma y Nova Eucària ejercen la acusación particular. El dueño está obligado este miércoles a declarar, en calidad de testigo, a decir la verdad y a contestar a todas las partes.

Los dos guardias urbanos implicados en la causa comparecerán ante el juez el próximo 1 de julio. También declararán cuatro testigos de lo sucedido, dos de ellos protegidos y los otros dos vecinos de Barcelona que presenciaron los hechos.

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