La sorpresa que se llevó la influencer Marissa Casey Fuchs cuando su novio Gabriel Grossman le pidió matrimonio estaba totalmente guionizada. Un reportaje de The Atlantic destapa que el compromiso estaba totalmente patrocinado y que se le ofreció participar a las marcas antes incluso de que se produjera la romántica petición. O quizás original porque la neoyorquina ha protagonizado una especie de búsqueda del tesoro en la que su prometido la ha ido llevando por sitios como Montauk y Miami donde ha ido recogiendo regalos.
The Atlantic publica un briefing en el que se detallan los lugares que la pareja iba a visitar, las actividades organizadas y las horas a las que Fuchs, conocida en redes sociales como the fashion ambicionist, iba a compartir contenidos con sus seguidores.
Como es habitual en los stories, la influencer etiqueta los hoteles en los que se hospeda, menciona las tiendas a las que va y muestra lo abrumada que está por las experiencias que realiza.
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De acuerdo con Vox, Fuchs ganó más de 20.000 seguidores durante la semana de la pedida y ya se encuentra en los 199.000 followers.
Los usuarios de Twitter han criticado lo que ya consideran un culebrón. "Me alegro de que estos dos sociópatas se hayan encontrado", escribió un usuario. "¡Disfruta del llanto falso en tus stories de Instagram!", añade otra persona.
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