Desde el pasado fin de semana las playas de Granada y Málaga han sido invadidas por plagas de curiosos y transparentes inquilinos: las salpas. También conocidos como 'zapaticos', tienen la forma de un tubo de unos 10 cm. Rosa Porcel, doctora en Biología, explica a 20minutos todo sobre estos invertebrados.

"No tienen nada que ver con las medusas. A pesar de ser marinos y de su aspecto gelatinoso y transparente, no están relacionados. Pertenecen a grupo animal llamados tunicados, como una especie de antecesores de los vertebrados. Tampoco son peces", aclara siendo consciente de que su aspecto puede confundir. Sobre su estilo de vida, es común verlas unidas entre sí formando hileras y asegura que "viven solos o en colonias de muchos individuos".

"¡En absoluto! Ni para nosotros ni mucho menos desde el punto de vista ecológico. Todo lo contrario", afirma la bióloga. Las salpas limpian el mar, tanto por alimentarse de fitoplancton como por absorber en torno a 4000 toneladas de CO2. "Capturan carbono, así que contribuyen a regular el ciclo", explica Porcel.

"Son habituales en el mar, viven tanto en mares ecuatoriales como fríos y templados, pero puede haber habido una abundancia puntual de fitoplancton del que se alimentan, y eso es aprovechado para reproducirse rápidamente ante la abundancia de alimento. Su reproducción es tan rápida debido a que son hermafroditas, pueden reproducirse sexual o asexualmente.

"Es posible que las corrientes las hayan sacado, pero no es algo extraño, más allá de que han aprovechado ese 'bloom' que es como se conoce a la abundancia puntual de fitoplancton. De hecho, los más mayores del lugar las conocen bien. Las llaman 'zapaticos'". Otras expertos afirman que su llegada podría deberse a "un fuerte viento de poniente". Sin embargo, un cambio de corrientes junto con el bloom se ajustaría más con las características de estos invertebrados.

"En el momento que disminuya su alimento, dejarán de ser tan abundantes" sentencia. Por el momento, los servicios de limpieza ya han comenzado a retirarlas de la orilla ante la atenta mirada de los bañistas que aprovechan la oportunidad para sacar vídeos de este particular fenómeno.