Investigan el riesgo para la Tierra de un denso enjambre de meteoroides

  • Se encuentran dentro de la corriente de las Táuridas.
  • Según un estudio, este verano se acercarán a 30 millones de kilómetros, la menor distancia desde 1975.
Ilustración del enjambre de las Táuridas, incluyendo la posición de la Tierra (en verde) y un grupo denso de meteoroides, a la izquierda de la imagen.
Ilustración del enjambre de las Táuridas, incluyendo la posición de la Tierra (en verde) y un grupo denso de meteoroides, a la izquierda de la imagen.
WESTERN UNIVERSITY
Ilustración del enjambre de las Táuridas, incluyendo la posición de la Tierra (en verde) y un grupo denso de meteoroides, a la izquierda de la imagen.

Científicos de la Universidad Western de Ontario, en Canadá, estudian el potencial riesgo para la Tierra de un grupo denso de meteoroides dentro de la corriente de las Táuridas.

Cuando se consideran los catalizadores para colisiones catastróficas, existen dos fuentes principales de Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés), como los asteroides y los meteoroides, y los intrusos del sistema solar exterior, que generalmente son cometas. En las últimas décadas, se ha realizado un gran esfuerzo para catalogar más del 90% de los NEO potencialmente peligrosos, y se está trabajando para detectar, catalogar y rastrear números más grandes y tamaños más pequeños de estos objetos. Los intrusos del sistema solar exterior son mucho más difíciles de registrar, pero, nuevamente, hay mucho trabajo en marcha.

El enjambre de las Táuridas es una tercera fuente potencial de riesgo que cambia las probabilidades de posibles impactos catastróficos. La explosión de Tunguska (Rusia) de 1908 se considera un evento de uno cada 1.000 años, suponiendo una distribución aleatoria de eventos a lo largo del tiempo. Pero el enjambre de las Táuridas, a través del cual la Tierra pasa periódicamente, cambia las probabilidades significativamente y da una posible razón para el improbable caso de que el evento de una vez cada 1.000 años haya ocurrido hace más de un siglo. Si el poder hipotético del enjambre se prueba con éxito, esto también aumenta la posibilidad de un grupo de grandes impactos en un corto periodo de tiempo.

Para el estudio, publicado por arXiv y aceptado para publicación en Monthly Notices of the Royal Astronomical Society, David Clark, del Departamento de Ciencias de la Tierra de la Universidad Western de Ontario, y Paul Wiegert y Peter Brown, del Departamento de Física y Astronomía de la misma universidad, simularon una gran colección de meteoroides de 100 metros de diámetro (como el que desencadenó el evento Tunguska de 1908), con órbitas similares al enjambre de las Táurida,s y calcularon sus posiciones para 1.000 años.

Al analizar la posición y el movimiento de cada objeto a lo largo del tiempo, los astrónomos calcularon dos tiempos óptimos de observación y ubicaciones de apuntamiento del telescopio para investigar adecuadamente su potencial de riesgo general.

El encuentro más cercano desde 1975

De acuerdo con el análisis de datos del Western Meteor Physics Group, la Tierra se aproximará a 30 millones de kilómetros del centro del enjambre de las Táuridas este verano, el encuentro más cercano desde 1975. Los cálculos también muestran que este será el mejor momento de observación del enjambre hasta principios de los años 2030.

"Ha habido un gran interés en la comunidad espacial desde que compartimos nuestros resultados en la reciente Conferencia de Defensa Planetaria en Washington, DC", dice en un comunicado David Clark, un estudiante graduado de ña Universidad Western de Ontario, y primer autor del estudio. "Hay una fuerte evidencia meteórica y de NEO que respalda al enjambre de las Táuridas y sus posibles riesgos existenciales, pero este verano brinda una oportunidad única para observar y cuantificar estos objetos".

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