Pablo Casado y Albert Rivera trasladarán la semana que viene en sendas reuniones en Moncloa con Sánchez su intención de ejercer la oposición. En su particular disputa por encabezar el espacio de centro-derecha, ambos se atribuirán ante el presidente en funciones el papel de líder de la oposición y también coincidirán en rechazar la subida de impuestos que el Gobierno ha comunicado a la Comisión Europea.

El PSOE no tiene intención de negociar la investidura hasta después de las elecciones del 26 de mayo, pero este miércoles se ha hecho un movimiento que ya supone un avance, al anunciar una ronda de reuniones en Moncloa la semana que viene. En ellas, Casado y Rivera tampoco mostrarán todas sus cartas. El lunes por la mañana Sánchez recibirá a Casado y el martes se encontrará con Rivera por la mañana y por la tarde, con el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias.

Sánchez quiere analizar con ellos "la situación política tras las elecciones del 28-A". Sin embargo, Casado, Rivera e Iglesias llegarán con mensajes de mayor calado que apuntarán a las posibilidades que se plantean de cara a la investidura.

Casado expondrá que el PP es el "partido líder de la oposición" y como tal "ejercerá una oposición firme y constante durante la legislatura", han señalado este miércoles fuentes populares. También preguntará a Sánchez si tiene intención de seguir gobernado con "acuerdos fijos o puntuales" con los independentistas catalanes. Si la respuesta es que no, le invitará a trazar con el PP una estrategia para evitar que continúe el proceso de "ruptura".

Por último, Casado tiene previsto pedir explicaciones a Sánchez por la subida de impuestos de 26.000 millones en los tres próximos años que el Gobierno incluye en el Programa de Estabilidad 2019-2022.

Rivera también comunicará a Sánchez que va a "liderar la oposición", que será "firme y con sentido de Estado". Para la próxima legislatura, el objetivo del líder de Cs será "defender a las familias de clase media de sus subidas de impuestos y la igualdad y la libertad en todos los rincones de España".

Casado y Rivera confirmarán su oposición a un nuevo Gobierno de Sánchez pero sin desvelar si se abstendrán para permitir que Sánchez pueda gobernar en solitario, sin la entrada de Podemos en el Ejecutivo. Es lo que le gustaría al PSOE, principal interesado, pero esta es una opción que los empresarios también plantean para evitar que los de Iglesias tengan ministerios.

De esta forma, los 123 votos del PSOE bastarían para ganar una votación por mayoría simple. Si PP y Cs votan "no", los socialistas tendrán que buscar el apoyo de Podemos y también de ERC, JxCat, PNV y Bildu para tener más votos a favor que en contra en la segunda votación por mayoroá simple de que consta la sesión de investidura, 48 horas después de una primera en la que se precisa mayoría absoluta.

Por su parte, Iglesias insistirá en formar parte del próximo Gobierno en una coalición PSOE-Podemos que este miércoles ha insistido en que es "imprescindible".

Según ha dicho durante la manifestación del Primero de Mayo, Iglesias se teme que el PSOE "esté negociando una investidura o un Gobierno con la derecha", pero esperará su turno, cerrando la ronda de contactos el martes, para mostrar a Sánchez su "plena disponibilidad para negociar desde la lealtad un programa de Gobierno y un Gobierno".

Independientemente del resultado de los encuentros previstos en Moncloa la semana que viene, el PSOE ya ha advertido de que no habrá avances en la formación del Gobierno central hasta después de la elecciones municipales, autonómicas y europeas del 26 de mayo. En este escenario, Sánchez trabaja con la hipótesis de que haya nuevo Gobierno antes del inicio del verano.

Según han indicado varias fuentes del Gobierno, la previsión es que haya nuevo Ejecutivo en torno al 20 de junio.