El futuro de Día sigue en el aire a la espera de la opa de Fridman

Imagen de un supermercado Día.
Imagen de un supermercado Día.
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Imagen de un supermercado Día.

Los días pasan y la cuenta atrás para la cadena de supermercados Día continúa, con el 20 de mayo señalado en rojo en el calendario como fecha límite para que la empresa se vea abocada al concurso o la insolvencia.

Mientras tanto, las dudas sobre el resultado de la opa lanzada por el multimillonario Mijaíl Fridman tampoco acaban de despejarse.

El inversor ruso, que controla el 29 % del capital, exige ampliar su participación hasta el 64,5 % como mínimo para ejecutar su oferta, y para conseguirlo necesita convencer a otros accionistas.

Analistas consultados coinciden en reconocer que todavía existe "incertidumbre" sobre si la operación tendrá éxito, y apuntan a un elevado número de "indecisos".

Por el momento, los principales grupos de accionistas minoritarios declaran su rechazo frontal a la oferta por considerar que el precio ofrecido -67 céntimos por título- no refleja el valor real de la empresa.

Falta saber la opinión de fondos y accionistas institucionales, con los que LetterOne -la sociedad a través de la que Fridman lanza la opa- sigue manteniendo contactos con el propósito de garantizarse su apoyo.

Esta semana el magnate ruso consiguió que el consejo de administración de Día se posicionara a favor de su oferta, un trámite normativo pero que, en este caso, también incluye la venta de un porcentaje próximo al 1,26 % de acciones de autocartera.

La decisión no ha estado exenta de polémica, ya que durante meses, el equipo gestor de la cadena de supermercados y su mayor accionista mantuvieron un intenso rifirrafe.

La insolvencia o el concurso, las peores alternativas

La junta de accionistas del grupo dio el pasado 20 de marzo luz verde a la propuesta de Fridman -la baja participación hizo a su 29% de acciones suficiente- y rechazó la planteada por el consejo, lo que en la práctica ha dejado al órgano liderado por Borja de la Cierva con menos alternativas.

De hecho, es precisamente la falta de alternativas y los "elevados riesgos" que afronta la compañía los motivos con los que los gestores de la firma justificaron este voto a favor de la opa.

A la polémica contribuyen los informes de los asesores financieros del grupo para tomar dicha decisión: mientras que Merrill Lynch hablaba de un precio "justo", Rothschild lo consideró "no adecuado", aunque reconocían que la contraprestación es una salida para los accionistas que busquen liquidez o evitar riesgos.

Desde Self Bank, su analista Felipe López-Gálvez explica que la "rectificación" del consejo "eleva considerablemente las probabilidades de que la opa salga adelante".

"Hay accionistas que han decidido acudir, aunque una parte están apurando al día 22 -el plazo de aceptación de la oferta expira el 23 de abril salvo que sea prorrogado- para tomar una decisión, algo habitual en este tipo de procesos. Hay una gran cantidad de indecisos", apunta.

En su opinión, LetterOne "debería tener más respaldo entre los inversores institucionales" que entre los minoritarios, porque los primeros tienden a ser más "pragmáticos" y los segundos pueden "estar disgustados" por cómo su inversión en bolsa se ha desplomado.

La analista de Renta 4 Ana Gómez resalta que la baja asistencia a la junta ha generado "incertidumbre" sobre si Fridman será capaz de convencer a un número suficiente de accionistas para lograr el ansiado 64,5 %.

El escenario de conseguir un 90 % de apoyos y poder excluir el valor de la bolsa parece sensiblemente más lejano para esta firma de inversión, y Gómez incide en que "el reloj sigue contando", con el 20 de mayo como fecha límite y la posibilidad del concurso o la insolvencia sobrevolando en el ambiente.

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