Una joven de 20 años, testigo de Jehová, se encuentra ingresada en el hospital San Jorge de Huesca en estado crítico, que se prolonga por la imposibilidad de realizarle una transfusión de sangre en concordancia con lo dispuesto en su testamento vital a causa de los preceptos religiosos de la denominación religiosa a la que pertenece, según publica este jueves el diario Heraldo de Aragón.

Su familia, incluso, ha llegado a presentar una demanda ante juzgado que ha sido desestimada, al cumplir el testamento vital de la joven con los requisitos legales y haber considerado el juez de guardia que debía primar el derecho a decidir de la paciente.

La joven se encuentra ingresada en la Unidad de Cuidados Intensivos en coma inducido desde hace varios días. Aparentemente, tuvo que ser intervenida y su situación empeoró por una peritonitis, por lo que el personal médico consideró oportuno provocarle el coma.

El testamento vital es un documento, que cualquier mayor de edad puede cumplimentar, por el que se manifiesta una voluntad anticipada para, en el caso de hayarse el titular imposibilitado para expresar voluntad o consentimiento, sentar determinadas pautas a seguir por el personal sanitario. Una de estas puede ser el rechazo de tratamientos hemoterápicos, como transfusiones de sangre, algo que habitualmente esta motivado por las creencias religiosas.

De hecho, en el hospital recuerdan haber tenido varios casos similares en los últimos años, y explican que si hay testamento vital de por medio, lo habitual es que el juez priorice el derecho a decidir del paciente.

Los testigos de Jehová son un grupo religioso surgido en Estados Unidos en el siglo XIX como rama divergente de determinadas denominaciones protestantes. Se estima que en la actualidad cuentan con más de ocho millones de fieles en todo el mundo. Uno de sus dogmas es el rechazo de las transfusiones de sangre (así como el consumo de alimentos elaborados con sangre), basado en un buen número de citas bíblicas tanto en el antiguo como en el nuevo testamento.