Cifuentes se niega a declarar en la comisión del máster

Labios sellados y mirada gélida. La expresidenta regional, Cristina Cifuentes, ha comparecido este miércoles en la comisión de la Asamblea de Madrid que investiga las irregularidades en la obtención de títulos en la Universidad Rey Juan Carlos (URJC) por parte de determinados políticos.

La exdirigente del PP se ha acogido a su derecho a no declarar. Solo ha roto su silencio al inicio de la sesión para manifestar que lo referente a su máster de Derecho Autonómico -por cuya presunta falsificación la Fiscalía le pide tres años y tres meses de prisión en calidad de inductora- es algo que "se encuentra sub iúdice".

"Se trata de una materia, como saben ustedes, que está en sede judicial, donde además ya he dado respuesta a todas las preguntas", ha insitido ante los diputados encargados del interrogatorio. "Ni debo ni puedo pronunciarme", ha zanjado, tras entrar a la Cámara por el garaje, escoltada por el jefe de Seguridad de la Asamblea y el director general de Relaciones con las Cortes (algo inusual) y sin hacer, tampoco, más declaraciones a la numerosa prensa concentrada que un apocado "buenos días" que ha repetido al irse. Cifuentes, acompañada de su abogada, apenas ha citado en la sala el artículo 24 de la Constitución, sobre el "derecho a la defensa", para justificar su mutismo y evitar que "todo cuanto pudiera manifestar" perjudique su estrategia de defensa. Cabe recordar que ausentarse de estas comisiones sin un motivo fundado es un delito penal.

Durante casi una hora, los parlamentarios de PSOE, Podemos y Ciudadanos han intentado obtener, sin éxito, alguna explicación de los hechos. Impertérrita, Cifuentes ha aguantado la sesión seria, tomando alguna nota y esquivando el contacto visual con sus excompañeros de hemiciclo. Los reproches han ido desde lo jurídico a lo meramente político. El socialista Juanjo Moreno le ha preguntado si “midió las consecuencias” por “tejer una red de afirmaciones a todas luces falsas” con documentos presuntamente ficticios, acusando al actual presidente Ángel Garrido y a la candidata popular Isabel Díaz Ayuso de participar de ella. “¿Nadie se lo hizo ver? Hoy tenía la oportunidad de dar disculpas sinceras”, ha lanzado.

El diputado de Podemos Eduardo Fernández Rubiño, que había solicitado la comparecencia, ha afeado también las sucesivas contradicciones en las explicaciones que proporcionaron ella y su equipo durante el mes que medió desde que estalló el caso hasta que abandonó el cargo. “A mí me hubiera gustado que dimitiera por el máster y no por lo que dimitió” ha señalado, en referencia al "repugnante" vídeo en el que aparecía hurtando unas cremas y que precipitó su salida.

Desde Cs, César Zafra ha reconocido que Cifuentes es, quizás, un “daño colateral” de la trama que ha investigado la comisión, cuyos trabajos finalizan hoy a la espera de conclusiones. “¿Se arrepiente de algo?”, ha insistido ante su elocuente silencio. “¿Nada?”. Entre las cuestiones que se han quedado en el aire, Zafra no ha conseguido información alguna sobre quién le recomendó que acudiera al Instituto de Derecho Público de la URJC, hoy disuelto, o si llegó a defender el trabajo fin de máster, algo que a día de hoy el Ministerio Público considera que, simplemente, no sucedió. Naranjas y morados han aprovechado para criticar la ausencia de Pablo Casado y Carmen Montón en esta comisión después de que socialistas y populares lo bloquearan.

El PP se ha vuelto a ausentar de la jornada. Y, esta vez, de forma clamorosa. El grupo comandado por Enrique Ossorio no ha organizado un paseíllo para arroparla como sí hizo hace año y medio, cuando lideraba la bancada y fue llamada a declarar en la comisión sobre corrupción por el caso de la cafetería.

Esa soledad se ha dejado ver, también, fuera de la Asamblea. Hace unos días, Cifuentes solicitaba su baja temporal de un partido que a punto estuvo de poner bajo sus pies y que considera ahora que la polémica es cosa ajena. Hoy, la propia Díaz Ayuso (que durante su gobierno fue portavoz adjunta en la Cámara y viceconsejera), ha reducido el caso máster a "un tema personal" e incluso ha definido la cuestión del acta del TFM de la expresidenta, alrededor de lo que pivota su imputación, como "un entuerto y un carajal". Esta mañana, antes de su comparecencia, la candidata del PP consideraba en Onda Cero que este era "el momento" para que su antecesora ante las urnas explicara los detalles sobre el origen de este documento, "si ella lo pidió, si lo hicieron a sus espaldas, si es lo que quería" y, en resumen, "si ella hizo ese máster o no lo hizo".