El Papa Francisco I aseguró este viernes, durante la tradicional felicitación de las fiestas navideñas, que la Iglesia "nunca más encubrirá o subestimará" los casos de pederastia en el seno del clero, y prometió que la institución "no se cansará de llevar a los abusadores ante la justicia".

"La Iglesia no se cansará de hacer todo lo necesario para llevar ante la justicia a cualquiera que haya cometido tales crímenes".

Además, ha lanzado un mensaje dirigido, directamente, a aquellos que hayan cometido alguna vez este tipo de crimen: "Convertíos, entregaos a la justicia humana; y preparaos para la divina".

Reconocía que en el pasado "por ligereza, incredulidad,falta de preparación, inexperiencia o superficialidad espiritual y humana, se han tratado estos casos sin la debida seriedad y rapidez"."Nunca debe volver a suceder. Esta es la elección y decisión de toda la Iglesia".

Con dureza, el pontífice expresó que "hombres consagrados, que abusan de los débiles, valiéndose de su poder moral y de la persuasión, cometen estas abominaciones y siguen ejerciendo su ministerio como si nada hubiera sucedido; no temen a Dios ni su juicio, sino ser descubiertos y desenmascarados". Estos, prosigue el Papa, "desgarran el cuerpo de la Iglesia, causando escándalo y desacreditando la misión salvífica de la Iglesia y los sacrificios de sus hermanos" y explicó que "a menudo, detrás de su gran amabilidad, su labor impecable y un rostro angelical, ocultan descaradamente a un lobo atroz dispuesto a devorar las almas inocentes".

Por todo ello, y de cara a la reunión de conferencias episcopales que tendrá lugar en febrero en la Ciudad del Vaticano, afirma que "se buscará transformar los errores cometidos en oportunidades para erradicar este flagelo no sólo de la Iglesia, sino de la sociedad".

Incluso, criticó la actitud de aquellos dentro de la iglesia que "acusan a los medios de ignorar la gran mayoría de casos de abuso, los que no son cometidos por la Iglesia, y dar una imagen falsa, como si este mar golpeara sólo a la Iglesia", en cambio dando las gracias a los medios de comunicación por "ser honestos y objetivos y tratar de desenmascarar a estos lobos y dar voz a las víctimas".

Concluyó llamando a que "no se guarde silencio y [los casos] salgan a la luz de forma objetiva, porque el mayor escándalo en esta materia es ocultar la verdad" y pidiendo a todo el mundo que ayude a la Iglesia "en su difícil tarea de reconocer los casos verdaderos frente a los falsos, las acusaciones frente a las calumnias, los rencores frente a las insinuaciones y los rumores frente a las difamaciones"