El Gobierno considera que la prisión permanente revisable no sirve para evitar asesinatos como el de Laura Luelmo y en su lugar quiere desarrollar un artículo del Código Civil para hacer posible que personas que han sido condenadas por delitos de especial gravedad, y en particular contra las mujeres y los menores, sigan estando vigilados después de salir de la cárcel tras cumplir su condena.

La vicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo, ha explicado este miércoles en qué consiste la alternativa a la prisión permanente revisable en la que está "reflexionando" el Ejecutivo para dar "más seguridad ante personas que han cometido gravísimos delitos y siguen siendo peligrosos después de cumplir sus penas".

La reflexión del Gobierno tiene que ver con el artículo 106 del Código Penal, relacionado con la libertad vigilada.

Según ha explicado Calvo en los pasillos del Congreso, la intención del Gobierno es que aquellas personas que hayan cometido delitos tan graves como el asesinato de Laura Luelmo y que sigan siendo peligrosas y, por tanto, puedan reincidir, sean sometidos a un vigilancia una vez recuperada su libertad tras cumplir condena.

Se trata de buscar "mecanismos para que se pueda llevar a cabo esta vigilancia, una libertad controlada" que incluya "saber movimientos, cambios de domicilio, comparecencias, que nos pudiéramos dotar de más seguridad para delitos muy graves que en muchos casos afectan a las mujeres, a su libertad sexual, y a los menores".

Además, Calvo ha recordado que el Gobierno está trabajando para reformar el Código Penal, de manera que se mejore la definición y tipificación de algunos delitos en contra de la libertad sexual de las mujeres, por ejemplo, en relación a la agresión sexual y violación, algo cuya necesidad se evidenció tras la sentencia a La Manada.