Como ocurre con los grandes anuncios, el presidente Ángel Garrido ha comparecido en la rueda de prensa posterior a su Consejo de Gobierno para informar de que la Comunidad de Madrid ha iniciado ya "los trámites administrativos" para contratar a cien maquinistas para Metro. Con esta segunda ampliación de efectivos de la legislatura que costará 5,2 millones, el Ejecutivo quiere superar los 1.762 conductores de la red que hay en la actualidad.

Según las previsiones, el nuevo retén se formará en marzo y comenzará a trabajar entre mayo y junio. Garrido ha celebrado el "adelantamiento" de esta "decisión", que el convenio colectivo vigente (que ahora se renegocia) dejaba para "el primer trimestre de 2019".

El anuncio llega, eso sí, justo en el momento en el que el suburbano vive dos semanas de paros parciales convocados por el Sindicato del Colectivo de Maquinistas de Metro (SCMM). Además, sigue a otras dos noticias de interés dadas a conocer este lunes: la ampliación del horario de la 9B hasta la 1:30 desde enero y la extensión del modelo de tornos abiertos a 29 estaciones.

Con esta concentración de medidas, la compañía intenta dar la vuelta a las imágenes de aglomeraciones que recorren las redes de forma intermitente y, de paso, a las críticas políticas por la gestión de su máximo responsable, Borja Carabante. Críticas que se recrudecerán este viernes con su comparecencia y la de la consejera Rosalía Gonzalo en la última sesión de la comisión de investigación por los casos de amianto que hay abierta en la Asamblea.

El Ejecutivo reconoce que con estas incorporaciones quieren atajar tres problemas que golpean en la puerta de Metro: el volumen de jubilaciones –la media de la plantilla es de 46 años y casi la mitad tiene más de 50–, el "incremento" de récord de la demanda –687 millones de viajeros previstos para este 2018– y, especialmente, el "cumplimiento de la tabla de trenes". Sindicatos y partidos denuncian desde hace meses que la dirección es incapaz de poner en circulación los trenes previstos día sí día no ante la falta de recursos.

Desde CCOO aseguran que las nuevas contrataciones no supondrán un saldo neto de cien trabajadores más, una vez cubiertas las salidas previstas. De hecho, según su portavoz Juan Carlos de la Cruz harían falta otras 200 personas sumadas a las anunciadas para responder a la demanda actual. "Se van a jubilar mil trabajadores y más de cien maquinistas de aquí a 2023: hace falta un plan estratégico a largo plazo", indica.

Por su parte, el SCMM confirma a 20minutos que mantendrán los paros porque no ha habido "negociación" para las incorporaciones. "En 2016, había 2.050 maquinistas. Ahora mismo nos hacen falta 350 y en unos meses ya habrá 60 jubilaciones y promociones internas", agrega su portavoz, Juan Antonio Ortiz.