El Museo del Prado convierte en realidad uno de los grandes sueños de Dalí

  • El Teatro-Museo Dalí acoge de forma temporal la pintura 'Virgen de la Rosa' de Rafael.
  • Uno de los anhelos del pintor de Figueres fue que alguno de sus cuadros compartiese espacio con un Rafael.

En su tratado de pintura 50 secretos mágicos para pintar, Salvador Dalí (Figueras, 1904-1989) desvelaba uno de sus grandes anhelos como artista: su cuadro llegaría a la perfección de la belleza el día que se lo imaginase "en el transcurso de una prolongada ensoñación" colgado al lado de uno de sus Rafael favoritos.

Dalí, que se consideraba a si mismo como salvador de la pintura moderna, llegó a decir: "Si vuelvo la vista al pasado seres como Rafael me parecen verdaderos dioses. Soy quizás actualmente el único que sepa por qué en adelante será imposible ni remotamente alcanzar los esplendores de las formas rafaelescas. Y mi propia obra me parece un gran desastre pues me habría gustado vivir en una época en que nada necesitara ser salvado".

Ahora que el Museo del Prado cumple doscientos años de vida, llegó por fin la oportunidad para cumplir este deseo y aunque el genio de Figueres no ha llegado a verlo en vida, sí se le hace justicia uniendo en una exposición el talento de ambos artistas.

Esta es la razón de ser de Dalí-Rafael, una muestra organizada con motivo del préstamo al Teatro-Museo Dalí de la obra de Rafael Virgen de la rosa (c. 1517), que forma parte de la pinacoteca madrileña. Por su parte, esta cesión temporal forma parte del proyecto De gira por España, una de las muchas iniciativas que ha puesto en marcha El Prado con motivo de su Bicentenario por la que se cederán 12 obras de especial relevancia a distintas instituciones de toda España.

Virgen de la rosa, de Rafael Sanzio. Museo Nacional del Prado.
Virgen de la rosa, de Rafael Sanzio. Museo Nacional del Prado.

Virgen de la rosa, de Rafael Sanzio. Museo Nacional del Prado.

"Estábamos buscando sitios y museos donde llevar nuestras obras y queríamos hacer, en la medida de lo posible, un guiño", explica el director del Museo del Prado, Miguel Falomir. "Con el Museo de Dalí era muy sencillo". No hubo duda, por tanto, de qué obra de las muchas que se atesoran en sus fondos debía viajar hacia tierras dalinianas para hacer justicia poética.

"Ahora nadie pone en duda que Rafael es uno de los grandes maestros de la pintura pero hubo un momento en que sí se discutió y Dalí fue uno de los primeros que salió a defender su estatus a principios del siglo XX", añade Falomir. "Rafael es el más antiacadémico, el más tiernamente vivo y el más futurista de todos los arquetipos estéticos de todos los tiempos", aseguraría Dalí.

En cierta manera, Dalí quiso ser "el Rafael de su época", como señala la comisaria de la muestra y directora de los Museos Dalí, Montse Aguer. Por esta misma razón, además de la obra de Rafael y de un óleo de Salvador Dalí de la época místico-nuclear, La ascensión de Santa Cecilia (pintado en 1955 e inspirado a su vez en la obra Santa Catalina de Alejandría del italiano), se incluyen en la exposición dibujos y material documental -como fotografías de los talleres del artista y libros de trabajo- que permiten explorar con detenimiento la influencia del maestro del Renacimiento en la obra daliniana.

Fotografía del estudio de Dalí en la que aparece la obra 'La ascensión de Santa Cecilia' inspirada en la 'Santa Catalina de Alejandría' de Rafael (encima).
Fotografía del estudio de Dalí en la que aparece la obra 'La ascensión de Santa Cecilia' inspirada en la 'Santa Catalina de Alejandría' de Rafael (encima).

Fotografía del estudio de Dalí en la que aparece la obra 'La ascensión de Santa Cecilia' inspirada en la 'Santa Catalina de Alejandría' de Rafael (encima).

"Gala me demostró con mil inspirados argumentos que podría llegar a ser algo diferente del famosísimo surrealista que ya era. Nos consumíamos de admiración ante reproducciones de Rafael. Allí podía encontrarse todo, todo lo que nosotros los surrealistas hemos inventado constituía en Rafael solo un diminuto fragmento de su latente pero consciente contenido de cosas inesperadas, ocultas y manifiestas", confesaría con encendida devoción Dalí.

Su deseo último sería llegar a ser clásico, expresándose a través de nuevos lenguajes: "El día en que los pintores comprendan la belleza futurista de Rafael será el día en que la esperanza volverá a surgir en un Renacimiento artístico porque es hacia la gran tradición artística que los pintores deben mirar. Viva el arte moderno, a condición de pintar al estilo de Rafael".

La exposición Dalí-Rafael podrá visitarse en el Teatro-Museo Dalí de Figueres hasta el 6 de enero de 2019.

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