EE UU desplegará 5.200 soldados en su frontera con México ante el avance de las caravanas de migrantes

  • Una de las comitivas ya ha logrado cruzar la frontera sur del país azteca.
  • Trump pide a los migrantes que se den la vuelta, que no les dejarán entrar.
Policías antimotines mexicanos dejan pasar a cientos de migrantes hondureños que cruzaron a pie el río Suchíate.
Policías antimotines mexicanos dejan pasar a cientos de migrantes hondureños que cruzaron a pie el río Suchíate.
Esteban Biba / EFE
Policías antimotines mexicanos dejan pasar a cientos de migrantes hondureños que cruzaron a pie el río Suchíate.

El Gobierno estadounidense anunció este lunes que desplegará más de 5.200 soldados en su frontera con México para responder a dos caravanas de migrantes centroamericanos que cruzan estos días Guatemala y México con destino a Estados Unidos.

En una rueda de prensa, el comandante del Mando Norte del Departamento de Defensa de EE.UU, Terrence J. O'Shaughnessy, explicó que 800 militares ya están en camino a la frontera suroeste del país y aseguró que, para finales de la semana, el número de efectivos será de más de 5.000.

"Vamos a endurecer la frontera", avisó O'Shaughnessy, quien explicó que los militares llevarán allí sus capacidades de "planificación militar", así como tres helicópteros destinados a transportar a los agentes fronterizos de un lugar a otro y materiales para levantar tiendas.

El presidente del Gobierno, Donald Trump, ha pedido a los migrantes a través de Twitter que se den media vuelta y regresen a sus países y, si lo desean, soliciten la ciudadanía como otros millones lo están haciendo, porque no les dejará entrar en EE UU de manera ilegal.

Soldados vetados

Una ley estadounidense de 1878 prohíbe usar a los soldados para tareas de seguridad y orden público a nivel nacional. Por eso, indicó O'Shaughnessy, los militares se limitarán a apoyar a los agentes fronterizos en operaciones aéreas para detectar actividades ilegales, así como en labores mecánicas, como reparación de vehículos, y ofrecerán cuidados médicos a los inmigrantes que lo necesiten.

Entre sus tareas estará reforzar los puertos de entrada y detectar aquellos puntos más débiles y por los que los inmigrantes podrían tratar de cruzar de manera ilegal, detalló O'Shaughnessy.

Los militares que se desplegarán en los próximos días se suman a los 2.100 efectivos de la Guardia Nacional -un cuerpo de reserva de las Fuerzas Armadas- que se encuentran en la frontera sur desde abril debido a otra caravana de migrantes, que en ese caso inició su recorrido en el sur de México.

Además, la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) tiene otros 2.000 agentes listos para actuar, puntualizó el jefe de esa agencia, Kevin McAleenan, durante la rueda de prensa.

Unas 3.500 personas, según cálculos de McAleenan, integran ahora la primera caravana de migrantes, que partió el 13 de octubre de San Pedro Sula (Honduras) con dirección a EE UU y que actualmente marcha por México, tras pasar por Guatemala.

Un segundo convoy, formado por 1.500 migrantes, cruzó este lunes a pie el río Suchiate, que separa Guatemala de México.

En los próximos días, se prevé la llegada a México de otra caravana de salvadoreños que este domingo abandonaron su país con intención de alcanzar territorio estadounidense.

Cruzan el río

La marea humana, formada por centenares de mujeres, hombres y niños, atravesó caminando este río, algunos con el agua hasta el cuello, mientras la policía mexicana esperaba de pie en la orilla.

Para hacer frente a la corriente del río, los migrantes se agarraron de la mano y formaron una cadena humana, mientras un helicóptero de las Fuerzas Federales de México sobrevolaba el área, en algunos momentos a baja altura, lo que provocó fuertes ráfagas de viento que desestabilizaron a las personas.

Se trata de la segunda caravana de migrantes, después de que el 13 de octubre saliera otra de San Pedro Sula (Honduras), formada por unas 7.000 personas, que en gran parte caminan por territorio mexicano con dirección a Estados Unidos tras atravesar Guatemala.

Esta segunda caravana intentó el domingo cruzar a México por el puente fronterizo Rodolfo Robles, pero la policía mexicana impidió a sus integrantes pasar mediante la utilización de gases lacrimógeno.

Los migrantes respondieron con piedras y palos, lo que provocó un enfrentamiento de varias horas que se saldó con un muerto y algunos heridos.

Otra caravana

Por otra parte, la primera caravana de migrantes centroamericanos cruzó sin incidentes durante la pasada madrugada la frontera en San Pedro Tapanatepec y arribó a Santiago Niltepec, en el sureño estado mexicano de Oaxaca, caminando sobre la Carretera Panamericana en el Istmo de Tehuantepec.

En el trayecto, pobladores de la zona salían a su paso para entregarles bolsas y botes de agua y alimentos acompañados de palabras de aliento y esperanza hasta el mediodía, cuando llegó el último grupo de migrantes a Niltepec.

Las autoridades municipales y gubernamentales dispusieron en Niltepec los espacios para dar atención a los migrantes, pero el centro del lugar fue insuficiente, por lo que las columnas humanas llenaron calles, aceras, las dos iglesias, parques, el interior del palacio municipal y hasta las viviendas abandonadas o en construcción tras el terremoto de septiembre de 2017.

Autoridades municipales de poblados lejanos enviaron comisiones con bocadillos, aguas frescas o frutas, y en ocasiones tamales o comida preparada.

Mientras que en la carretera varios grupos de hombres y mujeres decidieron seguir hasta Juchitán, a donde este martes pretende arribar el grueso de la caravana.

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