La hija de Terelu Campos, Alejandra Rubio, parece que no se aclara. Por un lado, pide que la prensa no la acose, pero por el otro acude a televisión para hablar de su flequillo, la ropa que usa y cómo lleva el fenómeno hater. Ello lo justifica diciendo: "Como me quiero dedicar a la moda, sentada en el sofá de mi casa no voy a llegar a ningún lado". Rubio no iba sola: su amigo del alma Aless Gibaja (Hola, bebés) fue con ella para que estuviera un poco menos nerviosa en su estreno.

Su primera aparición televisiva ha sido como invitada al programa de radio Morning Glory en el que se ha dedicado a repasar cómo fue su puesta de largo. Esa fiesta a los 18 años que causó gran expectación mediática y que para ella supuso un "shock".

En el programa, hicieron hincapié en que acudía como Alejadra Rubio, "una influencer de éxito que gusta por sus looks", aunque ella corrigió y dijo que precisamente "no suele gustar mucho porque siempre voy de negro".

La joven explicó que en su caso no hay término medio: o gusta o la odian. También se le preguntó por los  15 tatuajes que tiene por su cuerpo. Cosa que le ocultó a su madre y los presentadores, un tanto incrédulos, le han preguntado cómo lo hacía ya que en sus brazos tiene gran parte de ellos. "Usaba cintas del pelo que me ponía en las muñecas", cuenta.

¿Y cómo se enteró mamá Campos? Por la prensa del corazón. Pillaron a Alejandra en una playa de Málaga y al estirar el brazo se le vieron todos los dibujos que lleva. "Perdóname, mamá", escribió Rubio a Terelu vía mensaje. A la que sí que "no le hace ninguna gracia" es la abuela María Teresa.

Cuenta que muchas personas la han decepcionado, y por ello no se fia de la gente, pero sí de una chica que conoce desde hace dos meses... "Mi madre lo ha hecho muy bien conmigo: siempre me ha dicho 'ya te darás tu cuenta de las cosas de la vida'", ha confesado.