Las autoridades de Indonesia han elevado a 1.571 el número de muertos tras el terremoto de magnitud 7,5 y el posterior tsunami  que golpearon hace una semana el norte de la isla indonesia de Célebes.

Durante una rueda de prensa televisada, el portavoz de la Agencia Nacional de Gestión de Desastres (BNPB), Sutopo Purwo Nugroho, ha afirmado este viernes que el número de heridos asciende a 2.549, y aún hay 152 personas enterradas en el barro y los escombros.

Un total de 1.551 víctimas mortales han sido enterradas en fosas comunes, según ha señalado Sutopo en su comparecencia desde Yakarta.

La ciudad de Palu es una de las áreas más afectadas, perdiendo a gran parte de su población. El jueves, la organización Aksi Cepat Tanggap (ACT), que se encuentra en terreno evaluando los daños, alertaba que aún quedaban más de un millar de cuerpos bajo los escombros.

Además, las condiciones de los supervivientes en la capital provincial no favorecen la situación. La red eléctrica sigue dañada en un 60 por ciento, según indicó la compañía estatal de electricidad, que espera poder restablecer por completo el suministro el próximo 14 de octubre.

El seísmo provocó en algunos lugares corrimientos de tierra y avalanchas de barro que sepultaron numerosas viviendas en un extraño fenómeno llamado "licuefacción" del suelo.

Los científicos están estudiando las razones por las que el posterior tsunami fue tan violento, con olas que llegaron a superar los seis metros. Aseguran que el tipo de falla donde se produjo el temblor no suele generar gran movimiento de olas gigantes.

Indonesia está conformada por miles de islas que se asientan sobre el llamado "Anillo de Fuego", un conocida área del oceáno Pacífico en la que se produce una gran actividad sísmica y volcánica continuamente. Al año, pueden llegar a producirse hasta 7.000 temblores, la mayoría moderados.

El pasado verano, el país ya vivió otra serie de fenómenos naturales. Al menos 557 personas murieron y casi 400.000 resultaron desplazadas por los cuatro terremotos de magnitudes comprendidas entre 6,3 y 6,9 que sacudieron la isla de Lombok entre el 29 de julio y el 19 de agosto pasados.

Años atrás, en 2004, un fuerte terremoto en aguas de la isla de Sumatra generó un tsunami que causó unos 280.000 muertos en una docena de países bañados por el océano Índico, la mayoría en Indonesia.