Hace dos años, Amber Heard cumplía sus 30 rodeada de amigos y familiares en una celebración a la que no faltó su ya exmarido Johnny Depp. Sin embargo, Heard no fue la única que recibió regalos aquella noche, ya que, según el actor, esta decidió vengarse de su pareja con un regalo un tanto escatológico.

Según recoge el Mirror, la actriz se enfadó porque Depp llegó tarde a la fiesta y, ni corta ni perezosa, decidió hacer de vientre en la cama que compartían ambos.

Estas son las extrañas declaraciones que hizo el actor, quien asegura que tras descubrir el pastel entre las sábanas abandonó la vivienda de ambos de Los Ángeles en abril de 2016.

Por su parte, Heard le echó la culpa de la caca a su perro Boo, quien sufre de problemas de estómago, aunque una de las limpiadoras aseguró que el regalo no pudo ser de un animal, ya que debido a su gran tamaño tenía que ser de una persona.

Depp se mantiene firme a su historia y, según un amigo del intérprete, posee "pruebas fotográficas y sólidas que conectan a Amber a las heces", que fueron depositadas como una "broma". Heard, por el contrario, continúa negando los hechos y culpando a su mascota.

"Boo tiene serios problemas de control intestinal. Nunca fue una broma, no fue algo hecho de forma irrespetuosa", contó un representante de la actriz al diario. "Fue algo inocente, algo propio de las mascotas. No tenemos nada más que decir. La señorita Heard está olvidando lo sucedido y no queremos continuar con este sinsentido", continuó la fuente.

Las acusaciones son el último episodio de un matrimonio muy conflictivo que ha regalado más de un titular hasta lograr un divorcio por ambas partes.