Científicos del CSIC identifican una nueva falla en el mar de Alborán

  • La falla produce escasa deformación en el fondo marino, aunque sí terremotos de magnitudes relativamente altas.
  • Las conclusiones del estudio destaca la continúa formación del arco de Gibraltar.
Imagen de archivo de un terremoto registrado en el Mar de Alborán registrado en 2016.
Imagen de archivo de un terremoto registrado en el Mar de Alborán registrado en 2016.
IGN
Imagen de archivo de un terremoto registrado en el Mar de Alborán registrado en 2016.

Un equipo internacional de científicos liderado por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) ha identificado una nueva falla en el mar de Alborán.

Los resultados de esta investigación, que aparecen publicados en la revista 'Tectonics', permiten establecer potenciales riesgos geológicos en esa zona.

El trabajo forma parte de los estudios desarrollados en una campaña de geología y geofísica marina llevada a cabo a bordo del buque 'Hespérides' en mayo de 2016 y sitúa la nueva falla en los límites entre las placas tectónicas euroasiática y africana en el mar de Alborán, la parte más occidental del Mediterráneo. Hasta ahora, la principal falla conocida en esta zona era la de Al-Idrisi.

La falla produce escasa deformación en el fondo marino, aunque sí "terremotos de magnitudes relativamente altas", según indicaron investigadores del estudio, como el de magnitud 6,3 en la escala Richter que afectó a Melilla y varias zonas de Andalucía el 25 de enero de 2016.

Entre las principales conclusiones del estudio, destaca que continúa la formación del arco de Gibraltar entre Iberia y África con la migración de la deformación tectónica hacia el oeste.

En cuanto a la sismicidad, ésta se extiende también hacia el norte, afectando a la región del Campo de Dalias, en Almería.

La nueva zona de falla localizada, que se extiende hacia Marruecos, fue la causante de otros dos terremotos registrados en 1994 y en 2004. Este último, de magnitud entre 6,1 y 6,3 grados en la escala de Richter, afectó principalmente a la región de Alhucemas, en el norte de Marruecos, y causó más de 600 muertes.

Durante la campaña, los científicos delimitaron la zona afectada por el terremoto principal y la sismicidad posterior hasta la falla de Al-Idrisi. Para conocer la morfología del fondo marino y la estructura del subfondo, emplearon instrumentos geofísicos, como la sonda multihaz, la sonda paramétrica, el gravímetro y el magnetómetro.

También emplearon los datos de sismicidad del Instituto Geográfico Nacional para conocer la localización de los terremotos y los mecanismos focales. Además, se tuvieron en cuenta las investigaciones en tierra de las fallas que produjeron los terremotos del 1994 y 2004.

Esta investigación es fruto de la coordinación y colaboración del CSIC, la Universidad de Granada, la Universidad de Jaén, el Real Instituto y Observatorio de la Armada-San Fernando, el Instituto Geológico y Minero de España, el Instituto Español de Oceanografía, el Instituto Hidrográfico de la Marina, Université Sorbonne de París, Université Mohammed Premier Oujda, Université Mohammed V-Agdal-Rabat y Université Abdelmalek Essaadi-Tetouan.

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