Javier Téllez: videoarte que pone cara a los 'invisibles' en el Guggenheim

  • La exposición 'Teatro de sombras' reúne dos piezas de videoarte protagonizadas por refugiados.
  • Puede verse hasta el 18 de noviembre en la sala Film&Video del museo.
Javier Téllez. Teatro de sombras (Shadow Play), 2014. Instalación de cine, proyección de película de 35 mm. 10 min, 56 s. Cortesía del artista y Galerie Peter Kilchmann, Zúrich © Javier Téllez
Javier Téllez. Teatro de sombras (Shadow Play), 2014. Instalación de cine, proyección de película de 35 mm. 10 min, 56 s. Cortesía del artista y Galerie Peter Kilchmann, Zúrich
© Javier Téllez
JAVIER TÉLLEZ
Javier Téllez. Teatro de sombras (Shadow Play), 2014. Instalación de cine, proyección de película de 35 mm. 10 min, 56 s. Cortesía del artista y Galerie Peter Kilchmann, Zúrich © Javier Téllez

Una de las constantes en la carrera del videoartista Javier Téllez (Venezuela, 1969) siempre ha sido su interés por las comunidades periféricas y las personas que suelen resultar 'invisibles' no solo para la sociedad sino también para el mundo del arte. En numerosas ocasiones, por tanto, en la producción de sus instalaciones audiovisuales colaboran personas discapacitadas, diagnosticadas con enfermedad mental o refugiadas.

Este mes y hasta el 18 de noviembre, el Museo Guggenheim de Bilbao presenta en su espacio Film&Video -dedicado a obras claves del videoarte y la videoinstalación- la exposición Teatro de sombras con dos obras del artista venezolano actualmente afincado en Nueva York.

Creadas ambas para la Kunsthaus de Zurich en 2014, la primera de estas piezas, Bourbaki Panorama, es un film mudo de 35 mm que muestra a un grupo de refugiados girando en círculo en torno a una de las pinturas panorámicas más importantes de la historia europea de la que toma su nombre.

Realizada en 1881, esta pintura representa el éxodo alpino de 87.000 soldados franceses en busca de asilo tras su derrota contra las tropas prusianas, un acontecimiento considerado como el inicio de la vocación de asilo de Suiza. Tomando esta obra como escenario, un grupo de personas refugiadas se mueven en círculo como "atrapadas en el bucle de la historia", dice el museo.

Una de estas personas porta, además, una reproducción en bronce de La mano (1947) de Giacometti, una obra que el artista suizo realizó en la posguerra y que evoca un brazo amputado por una explosión. El arte dentro del videoarte podría decirse sobre estas referencias. La proyección en 35 milímetros provoca, a la vez, sonidos mecánicos que para el artista "evoca las armas y la guerra", dice.

La segunda pieza, que da título a la exposición, es Teatro de sombras. Una película muda rodada en blanco y negro y proyectada también en 35 mm que cuenta también con la colaboración de un grupo de refugiados.

"Estas personas, a menudo excluidas de la vida social del país de acogida, así como de la vida política se expresan sin recurrir a la voz ni al sonido. De este modo se pone de relieve lo que más que mudez es privación de voz", dicen desde el Guggenheim. De esta manera se valen solo de sus manos y cuerpos para contar su dura experiencia vital. Y de nuevo, la mano de Giacometti, esta vez convertida en sombra negra al proyectarse en la pared.

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