La guerra comercial, que se inició cuando EE UU decidió aplicar aranceles a productos chinos por valor de 34.000 millones de dólares, se ha extendido a Europa. La Unión ha anunciado que se sumará a la imposición arancelaria a productos norteamericanos por valor de 18.000 millones de euros. Entre estos productos destaca el ketchup.

Este viernes el Ejecutivo comunitario presentó a los Estados miembros su intención de imponer estas medidas provisionales para asegurar que el mercado europeo no se ve afectado por desvíos de acero originalmente destinados a Estados Unidos y que no llegan a este país por los aranceles del 25 % impuestos el 1 de junio. Estas medidas de protección, enmarcadas en la investigación que Bruselas abrió en marzo para vigilar los flujos en el mercado del acero, tomarán la forma de un "contingente arancelario", una cuota "basada en el nivel tradicional de importaciones" tras la cual se impone un arancel adicional.

El volumen exacto de la cuota o el porcentaje de arancel que se aplicará a las importaciones que lo superen se conocerán una vez la Comisión apruebe la medida de forma oficial y ésta se publique en el Diario Oficial de la Unión Europea, un proceso que podría demorarse en torno a dos semanas. Esta medida "busca prevenir los efectos negativos de los desvíos comerciales, pero al mismo tiempo mantener la oferta tradicional y la competencia efectiva en el mercado europeo", ha explicado la CE en un comunicado.

La Comisión ya advirtió de que este tipo de medidas provisionales, recogidas entre las herramientas de defensa comercial que la Organización Mundial del Comercio (OMC) permite aplicar, pueden adoptarse antes de la conclusión de la investigación que desde marzo vigila 26 categorías de productos de acero que entran en el mercado europeo. La investigación puede prolongarse hasta nueve meses extensible a otros dos meses más y tras ella las medidas provisionales pueden confirmarse, eliminarse o modificarse al alza o a la baja, en función de los hallazgos.