Un tío llamado Felipe de Borbón

  • El Príncipe Felipe es un hombre muy familiar que dedica todo el tiempo que puede a sus seis sobrinos.
  • La espontaneidad de Froilán, primogénito de los duques de Lugo, recuerda mucho a la de Felipe cuando era pequeño.
  • El heredero comparte con los hijos de la Infanta Cristina su afición por los deportes naúticos.
Felipe de Borbón con sus seis sobrinos.
Felipe de Borbón con sus seis sobrinos.
KORPA
Felipe de Borbón con sus seis sobrinos.
El Príncipe Felipe comparte tiempo con todos sus sobrinos sin ningún esfuerzo dada
su devoción por la familia. Sus aficiones, como el deporte de la vela, o la posibilidad de compartir juegos con sus hijas de su sobrina
Irene, complementan la mayor relación con unos que con otros, pero su amor por todos es el de un hombre especialmente familiar.

Aunque no son muchas las instantáneas donde se ve a Felipe de Borbón con sus sobrinos, nos consta que su unión y dedicación con ellos es total, sobre todo, en los días en que la Familia Real se reúne al completo.

Felipe Juan Froilán, primogénito de los
mayor de los seis sobrinos y recibió el nombre de Felipe en honor a su tío, aunque en los círculos más cercanos le llaman
"Pipe". A Froilán siempre se le ha considerado como el gran aliado de la prensa y, aunque con los años ha ido ganando en tranquilidad, es
el travieso de los primos.

Durante la retransmisión en directo de la boda del Príncipe Felipe con Letizia Ortiz, nadie se perdió la patada propinada por Froilán a una de sus primas de la casa de Borbón-Dos Sicilias. Ante las cámaras no escatima un saludo, una sonrisa o una mirada pícara. Cada vez que hay peleas o travesuras en el patio de la Zarzuela ante la prensa, suele estar en acción Froilán. Por eso, siempre es el primero que se lleva la reprimenda y, en muchos casos, sin ser el agitador principal como cuando era más pequeño.

El nieto mayor de los Reyes ha recibido todo el cariño de la gente y se ha visto más aclamado en algunos sitios que sus propios padres, los duques de Lugo. Los niños siempre dicen la verdad y él en uno de estos paseos llegó a preguntar que "por qué dicen Froilán, si yo me llamo Felipe". Es la sinceridad, la despreocupación y espontaneidad del mayor de los sobrinos de Felipe de Borbón.

El Príncipe de Asturias es el padrino de la segunda hija de la Infanta Elena, Victoria Federica. Con casi ocho años, su sobrina es de las más tímidas y reservadas de la casa. De pequeña, no era raro verla siempre refugiada ante los objetivos y portando un calcetín en sus manitas. Al parecer, cuando Victoria Federica iba en el carrito se le antojaba quitarse los calcetines para llevárselos a la cara. Hasta hace algún año, seguíamos viéndola en algunos actos con uno de estos calcetines de colores de los que no se desprende. Una curiosa manía de la infancia que se ha convertido en una especie de amuleto para ella.

La ahijada de Felipe es poco atrevida, pero en familia se muestra muy cariñosa. Como buen padrino seguro que Victoria Federica, la primera nieta de los Reyes, se ha llevado más de un achuchón y unas cuantas carantoñas de su tío. Fiel reflejo de su madre por su aparente tranquilidad y timidez, Victoria Federica no deja de ser una niña y cuando tiene ocasión no duda en enseñar de forma traviesa la lengua a los reporteros gráficos.

Las vacaciones que pasa toda la Familia Real en el Palacio de Marivent, en la Isla de Mallorca, son unas fechas que aprovecha a fondo el heredero español para compartir actividades deportivas náuticas con los hijos de la Infanta.

Los hijos de la Infanta Cristina se parecen más al Príncipe Felipe, dada su altura, su aspecto físico e, incluso, en el color azul de sus ojos. Además, la unión es mayor porque tienen la misma devoción por la vela.

Juan Valentín Urdangarín, hijo mayor de la Infanta Cristina, sólo se lleva un año con Froilán, pero al contrario que su primo es tan tímido que en público parece costarle esgrimir una sonrisa. Aplicado y responsable en el colegio, no pierde detalle de lo que hay a su alrededor. En relación a lo que le rodea, Juan Valentín provocó las mayores sonrisas de toda la familia en una aparición pública, cuando le llegó a preguntar a su padre Iñaki: "¿Papá por qué todos saben mi nombre y yo no el de ellos?".

El hijo mediano de los duques de Palma, Pablo Nicolás, es un niño que destaca por su peculiar simpatía y astucia. Es el gran galán de la familia ya que en más de una imagen se ha visto como sabe seducir con una mirada y de esta forma salirse con la suya.

Pablo Nicolás es muy cariñoso cosa que potencia esa capacidad para llevarse el gato al agua. Tan simpático como juguetón, aunque secunda a sus primos y hermanos en las fechorías, es menos atrevido y no ha dejado que se viese una instantánea donde fuera él quien llevase la voz cantante de la travesura.

El quinto nieto de los Reyes

El tercer hijo de los duques de Palma es el más mimoso, pero a la vez el más revoltoso e inquieto de los hermanos. Miguel, que es también ahijado del Príncipe Felipe, siempre está atento a las cámaras de las que no se pierde un detalle y de las que seguramente desea no le pierdan pormenor suyo.

El quinto nieto de los Reyes es quizás el más independiente de todos y algunas de sus carreras han puesto de manifiesto que también es travieso, además de poner en jaque a padres, tíos y abuelos en alguna recepción familiar.

Irene, de ojos azules y pelo rubio, tiene un curioso parecido a su madre. Es la última sobrina de Don Felipe y apenas se lleva unos meses con la Infanta Leonor con quien comparte más tiempo de juegos.

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