Un grupo de arqueólogos ha encontrado el cráneo de un humbre cuyo esqueleto fue hallado bajo una enorme piedra en las excavaciones de la ciudad de Pompeya, sepultada tras la erupción del Vestubio en el año 79. Su aparición ha descartado la hipótesis de que fuera decapitado, como se pensó en un inicio.

Hace un mes se encontraba en esta área arqueológica en el sur de Italia el esqueleto de un hombre al que había aplastado el tórax un gran bloque de piedra, y cuya imagen dio la vuelta al mundo.

La cabeza ha sido hallada en el mismo lugar en el que fue encontrado hace un mes el esqueleto del denominado como "el fugitivo" de esta antigua ciudad romana, pero en un nivel más bajo que el resto del cuerpo.

Los arqueólogos han lanzado ahora la hipótesis de que su muerte no fue provocada por el impacto, sino por la asfixia que le provocó los vapores que emanaron del volcán.

El "fugitivo" es el primer cuerpo que se ha encontrado en la llamada área del Regio V, en la esquina entre el callejón de los Balcones y el callejón de Bodas de Plata, y que es la zona en la que los arqueólogos trabajan en estos momentos.

De este individuo se estimó que superaba la treintena y tenía problemas en una pierna que le impedían la movilidad y que probablemente dificultaron su fuga. "Un testimonio muy dramático", tal y como lo calificó el director del yacimiento, Massimo Osanna.

Con este nuevo hallazgo, los restos esqueléticos de este pompeyano identificados son la parte superior del tórax, las extremidades superiores, el cráneo y mandíbula.

Algunas de estas partes presentan fracturas, lo cual se investiga a fin de poder reconstruir con mayor precisión los últimos momentos de vida de la víctima.