El sábado, 23 de junio, la ciudad de Madrid fue testigo del directo más multitudinario que Vetusta Morla habían ofrecido nunca. Hasta un total de 38.000 personas se reunieron en torno a La Caja Mágica para disfrutar de un concierto del grupo, que celebraba el décimo aniversario 'Un día en el mundo'.

A pesar del mágico concierto que ofreció el grupo, los fans volvieron a casa con un regusto amargo por la mala organización a la salida del mismo.

Las quejas de los asistentes se han multiplicado en las redes desde el sábado y Vetusta Morla publicaron este lunes por la noche un tuit con el que aseguran escuchar a sus seguidores.

"... os leemos preocupados porque sabemos que la salida para conseguir llegar a casa fue larga y, en muchos casos, complicada por la escasez de transporte. Seguiremos haciendo todo lo que esté en nuestras manos para mejorar lo que rodea a los conciertos", comienzan los de Tres Cantos.

El grupo, como gesto de solidaridas con sus fans, ha querido dejar claro que están "trasladando" sus quejas "a los responsables", aunque no detallan si es a la organización del espacio, las Fuerzas de Seguridad o el Ayuntamiento por la falta de servicios públicos previstos.

Ante todo, Vetusta Morla siguen "flotando" por lo que se vivió en la capital aquella noche de San Juan, un concierto que forma parte de una gira a la que todavía le queda recorrido. Los seis seguirán tocando por España, pasando por Bilbao (30 de junio, Museo Guggenheim), Fuengirola (21 de julio, Marenostrum Castle Park), Santander (27 de julio, Campa de La Magdalena), día 28 en Gijón (Parque Hermanos Castro) y 28 de septiembre en Alicante (Plaza de Toros).

Tras estas fechas, dará comienzo su tour europeo, por ciudades como Berlín, Viena, Ámsterdam y Bruselas, entre otras detalladas en su página web.

Según pudo saber 20minutos por asistentes al concierto, la señalización para aparcar y acceder al recinto era prácticamente nula. Al tener lugar el concierto en el aparcamiento de La Caja Mágica, aquellos que llegaron en vehículo debían estacionar en el Camino de Perales, un lugar ubicado al otro lado del Parque Lineal del Manzanares, que rodea por un lado este recinto multiusos.

"No había señalización previa de que ese era el aparcamiento, así que cuando llegabas a la puerta del concierto, un señor te indicaba que había que meter la dirección de Camino de Perales en el GPS", comentó a 20minutos una de las 38.000 personas que asistieron al evento.

Pero lo peor —aparte de aparcar "a veinte minutos caminando" del lugar del concierto— llegó después, a la salida del mismo: "Cuando terminó, el parque estaba cerrado y no podíamos llegar al aparcamiento. Esto nos pasó a mucha gente. Incluso nos pusimos a caminar hacia la autovía para intentar llegar a la otra punta del parque, pero al final dimos la vuelta porque había que meterse en el asfalto".

Fueron muchos quienes intentaron alcanzar a pie por carretera el aparcamiento, indica esta asistente, hasta que al final la Policía optó por cortar el acceso. "Se pusieron tarde a cortar el paso a la carretera porque veían que la gente cruzaba la autovía, un caos. Estuvimos dos horas desde que salimos del concierto para intentar llegar al coche".

Finalmente, la solución fue coger un taxi hasta el parking, "estábamos todos buscando un taxi". Según la información previa proporcionada en la web oficial, para asistir al concierto había diferentes modos de llegar: metro, autobús urbano e interurbano, cercanías, taxi, bicicleta o en coche, esta última opción desaconsejada por los organizadores "al tratarse de un evento de gran dimensión y no haber parking cercano", apuntaban.