Álex, el hijo de Ana Obregón: de escupir a los fotógrafos a graduarse cum laude y convertirse en empresario de éxito

La actriz y presentadora Ana Obregón junto a su único hijo, Alejandro Lequio.
La actriz y presentadora Ana Obregón junto a su único hijo, Alejandro Lequio.
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La actriz y presentadora Ana Obregón junto a su único hijo, Alejandro Lequio.

'Ser hijo de…' en ocasiones puede pesar como una losa. Más si tus padres son Ana García Obregón y Alessandro Lequio. Fruto de esa unión, que terminó en divorcio por las infidelidades del conde, nació Alejandro Lequio García (23 de junio de 1993).

Su infancia discurrió entre los novios de su progenitora, clínicas de estética, los posaditos veraniegos de mamá y los paparazzi que les perseguían a todas partes con la intención de conseguir fotos exclusivas de Anita. Aunque no le quedó más remedio que acostumbrarse a jugar al ratón y al gato con los reporteros del corazón, el pequeño Alejandro se ganó la antipatía de la prensa por tenerle como un niño malcriado y consentido.

Cuando no rociaba con spray a los periodistas, hacía peinetas, lanzaba huevos, escupía o mordía los micrófonos. El muchacho no llevaba bien aquella vida, pero para la Obregón su hijo era el centro del mundo.

Con siete años, un rottweiler atacó al niño cuando él y su madre visitaban una propiedad en venta... aquello fue como película de terror. "Le pegué una patada al perro para tratar de apartarlo", relataba la presentadora sobre el suceso que ocasionó a Alejandro un desgarro de siete centímetros a través del "cual se le veía el hueso".

El siguiente suceso grave fue cuando Álex, como le gusta que le llamen, tenía 18 años y se cortó el cuerpo con un cristal. Por suerte, quedó en un susto y en otra anécdota con la que Alejandro Lequio podría escribir un libro sobre su vida.

Puso tierra por medio y se marchó a estudiar a Carolina del Norte (Estados Unidos), así que Ana Obregón se trasladó a Miami para seguir lo más cerca posible de su retoño, compaginando su trabajo con los estudios de Álex.

J’ADORE ANA ❤️ #anaobregon #darek #todoalrojo #historiadespaña

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Entre medias, el chaval debutó en el cine con Torrente 4, junto a mamá y gracias a Santigo Segura. También se metió a rapero y de aquella extraña etapa hay todavía tres videoclips pululando en YouTube: Mi escenario, Corrupción en la mente humana y Es mi vida.

"El pequeño Álex contra un millón de subnormales" o "soy adicto al micro sí, y lo siento papá. Ahora ya no lo muerdo, le cuento a verdad. Hago esto por hobby, espero que no te importe. ¿O ya no te gusta porque pone Lequio en el pasaporte?", son fragmentos de algunas de las letras profundas de sus canciones. A través de ellas, parecía que el joven trataba de hacer terapia y expresar todo aquello que guardaba dentro.

Para sorpresa de todos, se graduó cum laude en la Universidad de Duke en Economía, Ciencias Políticas y Filosofía. Además, fue "uno de los 10.000 estudiantes más inteligentes y preparados", según contó él durante una entrevista con ABC.

Álex ya no era un chico rebelde, había sentado la cabeza y creaba Polar Marketing, una agencia enfocada al sector digital. Y aunque cobró 14.000 euros por su primer photocall, Alejandro Lequio ha evitado hacer peregrinaje por platós de televisión.

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