José Enrique Fernández de Moya, secretario de Estado de Hacienda, ha sido citado a declarar como investigado el próximo 5 de junio por un presunto delito de prevaricación, malversación de caudales públicos y falsedad documental durante su etapa como alcalde de Jaén.

El número dos de Cristóbal Montoro está relacionado con este caso a partir de una querella que interpusieron dos concejales del PSOE en Jaén en diciembre del año pasado.

Fernández de Moya ordenó pagos a la empresa Matinsreg, que se encargaba del mantenimiento de varias zonas de la ciudad. El coste superó, según la Guardia Civil, los tres millones de euros.

El actual secretario de Hacienda y presidente de la Agencia Tributaria fue alcalde de Jaén en el año 2011, y dejó una deuda de 500 millones de euros, cifra superior al 300% de sus ingresos.

Las diligencias previas indican que supuestamente se facturaban de forma falsa gran cantidad de horas de trabajo no realizadas, de imposible ejecución con el personal de la empresa, lo que supuso un coste para el Ayuntamiento superior a los 3,6 millones de euros.

Durante la investigación, según ha informado el TSJA, se ha recabado documentación del Ayuntamiento de Jaén, de la Agencia Tributaria y un informe de la Unidad de Delitos Económicos de la Guardia Civil. El jueves declararán cinco personas en calidad de testigos, entre ellos el actual interventor del Consistorio.

Tras conocerse esta información, Ciudadanos ha pedido la comparecencia urgente de Fernández de Moya en la Comisión de Presupuestos del Congreso. El diputado Francisco de la Torre ha indicado que "ante la gravedad" de las noticias, su partido exige "explicaciones urgentes ante la opinión pública y también en sede parlamentaria".

Durante el debate de enmiendas parciales al proyecto presupuestario de 2018 en el pleno de la Cámara, la diputada socialista Patricia Blanquer ha considerado que la "credibilidad y confianza" de las cuentas se ha visto afectada por la citación del secretario de Estado.

Por su parte, el representante de Unidos Podemos y líder de Izquierda Unida, Alberto Garzón, ha pedido la dimisión y ha considerado que esta actuación deja "mermada" la confianza en los Presupuestos.